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Miércoles 30 de abril.

 ¡Buenos días!

El lunes y el martes hablábamos de dos mujeres que lucharon por abrirse paso en la Iglesia, siglos atrás; 

pero actualmente, hoy, en pleno siglo XXI también hay mujeres que son consideradas subversivas 

no sean quemadas en la hoguera, pues trabajan para que la mujer tenga una labor más allá de limpiar 

las iglesias y poner flores. Algunas de ellas consideran que se debe lograr que las mujeres puedan acceder al sacerdocio, para que se observe la igualdad entre hombres y mujeres en la Iglesia, siempre que se 

sientan vocacionadas para este servicio.

Nombres como los de: Pepa Torres, teóloga y religiosa. Marifé Ramos, doctora en Teología y 

laica. “Pedimos voz y voto, corresponsabilidad, espíritu crítico, diálogo, igualdad”. “No es lo mismo 

ser servidoras que sirvientas”. Raquel Pérez, de la Comisión episcopal y educación. “Mujeres y 

laicos buscamos la corresponsabilidad en la Iglesia”. “Somos muchas mujeres al servicio de la Iglesia, 

pocas con responsabilidades”. Teresa Gutiérrez, joven estudiante católica. “Me he sentido 

discriminada tanto por mujer como por católica”. “A veces mi voz de mujer y joven no se escucha 

como la de los varones”. Son algunas de las que están intentando que se escuchen sus voces.

Al Papa Francisco también lo hemos escuchado cuando ha hablado de que “las mujeres deben ocupar un lugar o espacio propio para ellas”. Y recientemente ha inaugurado un camino aperturista. El pasado 7 de enero de 2025, Francisco nombró a la religiosa Simona Brambilla, de 59 años, como prefecta del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, un organismo de la Santa Sede. Esto significa que por primera vez, Brambilla, una mujer, es la máxima autoridad de una institución religiosa que tiene como misión supervisar las órdenes religiosas, tanto para hombres como para mujeres, y las relaciones con sus fieles.



Todos pudimos observar que este fue un primer paso de la Iglesia y confiamos en que aún queden 

muchos más por dar y otros tantos caminos por recorrer. Pidamos para que el ejemplo de las mujeres 

fuertes de la Iglesia, desde María hasta nuestros días, sigan siendo nuestro modelo a seguir en este

 camino de la fe, y así todas las mujeres podamos hablar y podamos ser escuchadas dentro de un clima de 

silencio, oración y discernimiento.

María Auxiliadora. Ruega por nosotros.


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