Santidad salesiana.
Seguro que
eso de ser santos ya no os suena a algo raro o extraordinario, ¿verdad?
Pero, ¿cómo
conseguirlo?
Dos Bosco
tenía una receta particular y os vamos a revelar el secreto. Tiene tres
ingredientes:
1. Amistad con Jesús y compromiso por vivir lo que Él nos
pide. Ya nos lo dijo… “Sin mí, no podéis hacer nada”. Reza cada día, celebra
los sacramentos, vive como un discípulo de Jesús.
2. Trabajo. Ah, sí. Esto que te quede muy claro. Sé
responsable de tu estudio; haz tus tareas, no hagas el vago.
3. La alegría. Sí, eso que Don Bosco y Madre Mazzarello
pedían tanto. ¡Siempre alegres! Alegres, que no es lo mismo que estar siempre a
carcajadas. Es sentir que la vida merece la pena, aunque las cosas vayan
regular o mal, aunque tengamos dificultades, o incluso, aunque lloremos de vez
en cuando. Alegres porque descubrimos que Dios nos quiere y está siempre a
nuestro lado y nos ayuda a luchar porque las cosas vayan siempre mejor, no solo
para nosotros mismos, sino para los demás también. Seremos así gente de
esperanza.
Vamos a rezar hoy con esta canción:
¡Buenos días realizados por Conchi Muñoz!
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