Estamos en
las últimas semanas del curso y seguro que nuestra cabeza está pensando en los últimos exámenes y trabajos que nos puedan quedar por delante.
A pesar de
todo, me atrevo a proponerte un minuto de silencio, en el que de una manera
rápida, seas capaz de pasar delante de ti los muchos acontecimientos que a lo
largo del curso se han ido sucediendo.
Desde el
lejano Octubre, con la celebración del Domund y la Jornada de Orientación; Noviembre con los primeros
exámenes, Diciembre con la fiesta de la Navidad. Luego el retorno
difícil con la cuesta de Enero, los globos del Bicentenario y su final con la fiesta de D. Bosco. Febrero
con la campaña de Manos Unidas y el inicio de la Cuaresma, Marzo con más exámenes y las Vacaciones de
Semana Santa, y Abril con la fiesta de la gratitud... Y por fin el mes de
Mayo que acabamos hace solo unos días con las excursiones por Madre Mazzarello, el Bicentenario, la antorcha y la fiesta de María Auxiliadora...
Todos
estos acontecimientos tienen que haber sido pequeñas “luces” que no pueden
por menos de dar un abundante fruto como final. Las pequeñas cosas en el día a
día son las que van encendiendo nuestra antorcha e iluminando nuestra vida.
Ojalá que
el final de la obra, en estas semanas que nos quedan, esté rematada por el éxito.
Oración
Hoy sembraré una sonrisa...
para que haya más alegría.
Hoy sembraré una palabra
consoladora... para cosechar serenidad.
Hoy sembraré un gesto de
caridad... para que haya más amor.
Hoy sembraré una oración...
para que el hombre esté más cerca de Dios.
Hoy sembraré palabras y
gestos de verdad... para que no crezca la mentira.
Hoy sembraré serenidad de
acciones... para colaborar con la paz.
Hoy sembraré un gesto
pacífico... para que haya menos nervios.
Hoy sembraré en mi mente una
buena lectura... para el gozo de mi espíritu.
Hoy sembraré justicia en mis
gestos y palabras... para que reine la verdad.
Hoy sembraré un gesto de
delicadeza... para que haya más bondad.
