Comenzamos el mes de mayo. Un mes lleno de actividades, celebraciones, y oportunidades para seguir creciendo y disfrutando. Es el mes en el recordamos a María Auxiliadora, a Madre Mazzarello, a otros santos salesianos, como Domingo Savio... Será el mes de las Orlas para algunos cursos (otros esperarán a Junio), de las excursiones, y también del inicio de los exámenes en la ESO. Y además, vamos a comenzarlo con una campaña importante, la del DOMISAL, es decir, la campaña en la que apoyamos a los salesianos y salesianas que están entregando su vida como misioneros en muchos países.
Este año queremos centrar la campaña del DOMISAL, en la importancia que para la vida humana tienen los recursos naturales, especialmente el agua, y en las situaciones que se pueden vivir cuando esta escasea. A lo largo de toda la semana se pretende que los alumnos vayan tomando conciencia del problema y las incomodidades que hay que afrontar cuando se vive sin agua corriente potable y poco a poco acercarles a la realidad en la que viven diariamente las personas de otros países, concretamente la Comunidad del Amate en El Salvador, para la cual van destinados los recursos recaudados este año con el proyecto.
Este año queremos centrar la campaña del DOMISAL, en la importancia que para la vida humana tienen los recursos naturales, especialmente el agua, y en las situaciones que se pueden vivir cuando esta escasea. A lo largo de toda la semana se pretende que los alumnos vayan tomando conciencia del problema y las incomodidades que hay que afrontar cuando se vive sin agua corriente potable y poco a poco acercarles a la realidad en la que viven diariamente las personas de otros países, concretamente la Comunidad del Amate en El Salvador, para la cual van destinados los recursos recaudados este año con el proyecto.
¿Te imaginas vivir sin agua potable?
La penitencia de vivir sin
agua potable
Desde hace ya 42 días, unos 14.000
vecinos de siete barrios del Puerto de la Cruz (Tenerife) han tenido que
cambiar sus rutinas diarias para afrontar la vida sin agua, apta para el
consumo humano, en sus hogares.
Se han visto obligados a cambiar sus rutinas diarias para
abastecerse de agua en depósitos callejeros, propios de un campo de refugiados,
o en supermercados, pagando de su bolsillo el agua embotellada. El día a día de
estos vecinos volvió a alterarse cuando Salud Pública planteó otra restricción
en el consumo de agua de la red pública por turbidez y contaminación
microbiológica y es ya la cuarta en dos años.
Las familias están
recibiendo un agua que se paga al mismo precio de siempre pero que no se puede
beber, no se puede usar para cocinar ni preparar alimentos y, en algunas
ocasiones, sale tan turbia que no sirve ni para bañarse o lavar la ropa. Los
vecinos cuentan que la suciedad ha roto lavadoras, termos y lavavajillas.
Por otro lado, la
mayoría de los afectados tampoco se fía de los doce depósitos de agua potable
que instaló la empresa concesionaria del servicio, en las zonas con problemas
de abastecimiento. Los que no tienen más remedio que recoger allí el agua que
consumen se enfrentan a dos problemas: deben reutilizar botellas y garrafas,
algo que desaconsejan sus fabricantes, y se ven obligados a acarrear
recipientes de entre seis y ocho kilos de peso desde la calle hasta sus
hogares.
Extracto del Periódico “EL DÍA” del
14 de abril de 2014
Algunas
preguntas para la REFLEXIÓN:
¿Qué opinas de esta situación?
¿Qué problemas crees que te causaría
vivir sin agua corriente potable?
¿Has vivido alguna vez algo similar?
¿Cómo te sentiste? o ¿Cómo te sentirías si tuvieses que vivirlo?
"Dios no se oculta a aquellos que lo
buscan con un corazón sincero,
aunque lo hagan a tientas, de manera imprecisa
y difusa"
Papa Francisco
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