JUEVES: Cara a cara con la
realidad
El lunes comentábamos lo que
supone para nosotros vivir sin agua potable en casa, el martes y ayer veíamos
las situaciones en las que viven las familias de El Salvador, hoy queremos
continuar haciendo referencia a la campaña misionera en nuestro centro: el
DOMISAL. Esta campaña persigue
concienciarnos todos y todas de la importancia que tiene disponer de los
recursos naturales que nos ofrece nuestro planeta, que Dios nos ofrece, y que
debemos cuidar, proteger y compartir.
Queremos que conozcas de primera mano la realidad de la Comunidad El
AMATE en el Salvador, donde este bien es caro y escaso.
Esta es la realidad que se
vive en la comunidad (barrio) El Amate 1, donde 100 familias, cada una
compuesta por una media de 5 niñas/os y 2 adultos (no siempre padre y madre). El porcentaje de madres solteras y abandonadas
es casi de un 80%, y en muchos casos la mujer pasa a ser la cabeza del hogar y
la única responsable de la manutención y educación de sus hijos, esta situación
se agrava por la falta de estudios. Además, la situación empeora por el alto
coste de la vida, debido a corrupción de las autoridades y las estrategias políticas y económicas presentes en el país.
Es una comunidad con condiciones de salubridad precarias, con
problemas de desnutrición infantil y
materna, las muertes se dan a causa de
enfermedades que podrían ser fácilmente curadas (diarrea, bronquitis,
amebiasis, etc.) muchas de ellas vinculadas a la falta de agua potable.
Algunas
preguntas para la REFLEXIÓN:
·
¿Cómo podemos concienciarnos de esta
situación si lo comparamos con nuestra forma de vida?
·
¿Cómo podemos ayudar?
Señor, enséñame a no contentarme con amar a los míos.
Enséñame a pensar en todos los demás;
a amar a aquellos que nadie ama.
Haz que sienta el sufrimiento de los demás.
Dame la gracia de comprender que
en cada minuto de mi vida feliz y protegida por ti,
hay millones de hombres y mujeres hermanos míos
que mueren de frío y de miseria sin merecerlo.
Ten piedad de todos los pobres del mundo.
Perdónanos por haberlos olvidado.
No permitas que pretenda ser feliz únicamente para mí.
Dame la angustia de la miseria del mundo.
Que mi oración y mi trabajo de hoy ayuden
a que la angustia y la miseria disminuyan
y que mi corazón se abra al amor verdadero.
Amén.
"Estamos llamados a ser personas-cántaros para dar de beber a los
demás.
A veces el cántaro se convierte
en una pesada cruz, pero fue precisamente en la cruz
donde, traspasado, el Señor se nos entregó como fuente de agua viva.
¡No nos dejemos robar la esperanza!"
Papa Francisco
No hay comentarios:
Publicar un comentario