En esa oración le fuimos dando a cada una de las velas que íbamos encendiendo un sentido: primero encendimos una vela que representaba a Jesús, como esa primera llama que rompe con la oscuridad y nos ayuda a empezar a ver el camino; con la segunda vela recordamos a aquellas personas que por diferente razones ya no estaban a nuestro lado, ya no compartían nuestro camino. Después, encendimos otra vela pensando en las personas con la que hoy día compartimos nuestro vida, nuestro día a día. Por último, encendimos una vela pensando en aquellas personas que queríamos que formaran parte de nuestro futuro, personas que queríamos mantener a nuestro lado, personas a las que queríamos pedir perdón, personas a las que les dábamos gracias,...
Todas estas intenciones personales las escribimos en unos papeles de colores con un destinatario concreto.
Y ahora bien, os pregunto...
...esos papeles llegaron a las personas para las que fueron escritas?
... porqué no llegaron o cómo te sentiste al entregarlos?
...algo ha cambiado en ti o tu entorno a lo largo de estas navidades?
...cuál ha sido el mejor regalo de estas navidades?
Te invito a que compartas con tus compañeros lo que has vivido o experimentado durante todo este tiempo.
Buenos días, Con Otra Mirada!
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