Viernes 15 de Septiembre - "Si compartes, se multiplica"



"SI COMPARTES, SE MULTIPLICA"

En este primer viernes del curso, retomamos la dinámica de escuchar un poquito de lo que Jesús nos dice, nos va aconsejando y nos enseña. Lectura de hoy es la que da sentido al lema de este año y en la que está inspirado.

Para escuchar la lectura os propongo que cerréis los ojos (mientras el profesor continúa dirigiendo los Buenos Días) e intentéis situaros en la situación que nos van a contar. Imaginad que estáis en una gran superficie donde no hay apenas vegetación, y al fondo, veis a Jesús con su colegas, sus discípulos. Jesús es una persona muy conocida en la zona porque ha hecho algunos milagros, curando a personas y multiplicando alimentos. En esta situación, sucede lo siguiente:



"En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos y, al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué compraremos panes para que coman estos?». Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo». Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?». Jesús dijo: «Decid a la gente que se siente en el suelo». Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda». Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: «Este es verdaderamente el Profeta que va a venir al mundo». Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo."

(con los ojos cerrados, pensamos 1 minuto sobre la lectura que hemos escuchado. A continuación, quién quiera, puede compartir las conclusiones que ha sacado)

¡Buenos Días!

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