Hoy comenzamos el mes de la vocación y su eslogan es: “QUE SUENE TU SÍ”.
Durante esta semana reflexionaremos sobre el sentido de la vocación, y nos haremos una
pregunta:
¿Estoy en sintonía con lo que la vida y Dios piden de mí?
Para iniciar la escucha atenta de esta llamada, vemos este vídeo introductorio.
El término vocación proviene del latín vocatio y, en sentido religioso significa: la llamada o
inspiración que una persona siente procedente de Dios, para llevar una forma de vida de
carácter religioso. También, la vocación puede ser entendida en un sentido más general, como:
la inspiración o “enamoramiento” que una persona siente en su interior, para dedicarse a una
forma de vida o un determinado trabajo.
La vocación implica descubrir quién soy, cómo soy y hacia dónde quiero ir… Es un proyecto que
requiere de mucho trabajo, para convertirme en una persona experimentada y útil para mi
comunidad. Igualmente, la vocación nos llena, y da vida a cada célula de nuestro cuerpo con
una sensación insuperable, es una actividad que mientras la realizamos nos hace sentir que no
necesitamos de nada más.
Todos estamos llamados a realizar nuestra identidad con un proyecto de vida único e
irrepetible, nadie puede sustituirnos en esta misión, pues ha sido diseñada exclusivamente
para nosotros.
Para tu reflexión:
¿Cuáles son tus anhelos y qué te resulta inspirador?
¿Cuáles son tus gustos, tus intereses y aptitudes?
¿Qué pide la vida y Dios de ti?
(Dejamos un minuto de silencio para la reflexión personal)
Conócete a ti mismo y encontrarás la respuesta…
María Auxiliadora, ruega por nosotros.
Buenos Días elaborados por Ricardo Esteban.
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