Buenos días, hoy os vamos a contar la historia de una niña que posiblemente ya sepáis qui´n es, se trata de Laura Vicuña, una joven alumna de las salesianas del otro lado del mar.
Laura Vicuña es una niña de nacionalidad chilena, nació en 1891 en la capital del país.
Su familia sufrió la guerra civil que comenzó en Chile por lo que tuvieron que huir y refugiarse a 500 km de Santiago.
El padre de Laura era un militar de alto rango, que falleció cuando la pequeña tenía dos años de edad. Después de este suceso, Laura, su madre Mercedes y su hermana pequeña Julia tuvieron que emigrar hacia Argentina y se instalaron en una localidad de San Martín de los Andes, en una hacienda de Quilquihue.
El propietario de la finca se llamaba Manuel Mora, definido como alguien prepotente, con un carácter fuerte y que alardeaba de su poder y riqueza. Mercedes valorando la poca calidad de vida que llevaban, acepta vivir con Manuel Mora, comenzando así una esclavitud para la señora y sometida constantemente a los malos trato del hombre hacia ella. Mercedes intentó escapar en una ocasión, pero Manuel adivinó su intento y se comportó de la peor manera posible con ella: la ató a un palenque, la golpeó y la marcó a fuego como al ganado con la marca de su hacienda, todo esto en público, a la vista de un pequeño grupo de personas.
Desde 1900, Laura y su hermana quedaron internas en el colegio de María Auxiliadora de Junín de los Andes. Laura en 1901 hizo su primera comunión en la que derramó algunas lágrimas de felicidad al poder recibir a Jesús.
Las vacaciones de verano de ese mismo año fueron, para Laura, una auténtica pesadilla, Manuel al ver que ella había crecido, sintió un insólito interés hacia ella.
Un día, él aprovechó la ausencia de Mercedes e intentó abusar de Laura, iniciando con palabras dulces que la niña rechazaba constantemente, y que después cambió por gritos e insultos.
Viendo todo lo que sufría su madre, Laura decidió ofrecer su vida a Dios, lo cual fue confesado al Padre Crestanello, el sacerdote de su escuela.
Durante el invierno, una inundación afectó a todo el pueblo, Laura ayudó a sacar de la escuela a las niñas más pequeñas, dejando así sus piernas sumergidas en agua helada varias horas, y enfermó de los riñones. Ya en estado grave Laura confesó a su madre todo lo que Mora le hizo y el porqué de su muerte cercana, en ese momento la madre lo agradeció y se dio cuenta del amor inmenso que tenía Laura hacia ella.
El 22 de enero de 1904 falleció Laura, con 13 años, una expresión “serena y alegre” en el rostro, y sin más que palabras de puro amor:
“GRACIAS JESÚS, GRACIAS MARÍA”
Laura Vicuña, era una niña en una situación absolutamente desfavorable que decide enfrentarse a la adversidad con valor. Que la tengamos como ejemplo de adolescente valiente y fuerte a pesar de las dificultades.
Buenos días elaborados por 3ºA de ESO
Buenos días elaborados por 3ºA de ESO
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