¡Buenos días!
Seguro que habéis oído hablar
del milagro de las castañas de Don Bosco, pero no solo logró multiplicar las
castañas ese día de Todos los Santos, sino que también multiplicó el pan, curó
a una paralítica, resucitó a dos muertos,... Vamos a relatar dos de ellos
Don Bosco permanece suspendido en el aire: está testificado por Don Garrone, que igual que Don
Bosco era un sacerdote. Dice que ocurrió así:
“Mientras Don Bosco
celebraba la Misa, justo en la elevación, veo, y conmigo todos los presentes, a
Don Bosco con un aire de paraíso en el rostro, que parecía resplandecer toda la
habitación. Poco a poco sus pies se desprendieron del suelo y permaneció
suspendido en el aire durante diez minutos. Tres veces fui testigo de su
ascensión durante la Santa Misa.”
Don
Bosco resucita un niño: la Marquesa Gerolama
Uguccioni Gherardi se llegó hasta Don Bosco llorando y gritando que su hijito
había muerto y que el Santo debía acudir con ella para resucitarlo. Don Bosco
consintió y acercándose al lecho, encontró al niño de tierna edad aun, inmóvil,
palidísimo, con los ojos vítreos, el rostro contraído y sin señales de vida.
Dicho por todos, había expirado.
El Santo, de inmediato, invitó a cuantos se encontraban en el dormitorio, a elevar una oración a María Auxiliadora, luego impartió la bendición a aquel cuerpecito. Aún no había terminado la fórmula cuando el finado, como un bostezo, volvió a respirar, a moverse, readquirió el uso de los sentidos, se dirigió a la madre sonriendo y pronto se recuperó.
Por esta razón, la marquesa, cuando Don Bosco pasaba por Florencia, siempre lo quería hospedar en su casa dándole mil signos de estima y de respeto. La Marquesa se convirtió en gran benefactora de las obras de Don Bosco, hasta merecer ser llamada por los Salesianos "Nuestra buena mamá de Florencia".
¡Buen día!
Buenos Días elaborados por Toñi, Teresa, Myriam, Nuria y María (3ºESO)
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