Viernes 4 de diciembre - La Inmaculada



María visita a su prima Isabel para ayudarla. Lectura del texto
Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea,  y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.  Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se le estremeció en el vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo.  Entonces, con voz muy fuerte, dijo —¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo!  ¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor?  Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre.  ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!

María cree en Dios y acepta a Jesús en su vida y por ello sale al encuentro de las necesidades de los demás.
Ella, sale al encuentro de los demás de sus necesidades y lo demuestra en su ayuda a su prima Isabel.
Pensamos como nosotros podemos salir al paso de alguna necesidad, leemos de nuevo personalmente el texto de la visita a Isabel.
Después dejamos un momento de silencio para que cada uno piense en qué puede hacer por los demás para que sean más felices.




Terminamos con un Ave María pidiendo a la Virgen que nos acompañe en este camino de espera de Jesús.

Dios te salve María....





Buenos días preparados por las Salesianas

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