VIERNES 5 DE NOVIEMBRE . Vivir con sencillez.

 

 



Evangelio según Marcos 12, 38-44
En aquel tiempo, enseñaba Jesús a la multitud y le decía: “¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplios ropajes y recibir reverencias en las calles; buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; se echan sobre los bienes de las viudas haciendo ostentación de largos rezos. Estos recibirán un castigo muy riguroso”.
En una ocasión Jesús estaba sentado frente a las alcancías del templo, mirando cómo la gente echaba allí sus monedas. Muchos ricos daban en abundancia. En esto, se acercó una viuda pobre y echó dos moneditas de muy poco valor. Llamando entonces a sus discípulos, Jesús les dijo: “Yo les aseguro que esa pobre viuda ha echado en la alcancía más que todos. Porque los demás han echado de lo que les sobraba; pero ésta, en su pobreza ha echado todo lo que tenía para vivir”.

 

REFLEXIÓN.

Vivimos en una sociedad donde todo se mide en “me gusta” o “no me gusta”. Nuestro entorno nos dice que debemos practicar el postureo, ese comportamiento poco natural de una persona que se esfuerza por dar una imagen pública para conseguir la aprobación de otras personas.

Ante esto, Jesús nos habla de lo importante que es hacer las cosas de corazón, dando lo mejor de nosotros mismos, ayudando a los demás incluso con lo necesario, más allá de las sobras.

Aprendamos a ser generosos como la viuda del evangelio.

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