20 de febrero. El hijo pródigo.

 



¡Buenos días!


"Me pondré en camino, volveré a casa de mi padre y le diré…”

(Lc 15, 1-3. 11-32)

¿Habéis buscado alguna vez en el diccionario el significado de «pródigo»?. Es la «persona que desperdicia o consume su hacienda en gastos inútiles e incontrolados». El hijo pródigo. Pródigo, sí pero ante todo hijo. «Pródigo» no es más que un adjetivo, feo, fuerte o todo lo que le queramos añadir; hace referencia a las acciones, a ese desperdiciar o consumir. Somos hijos desde que nacemos hasta que morimos; o incluso desde antes de nacer, desde el momento en que nos conciben hasta la eternidad. Fíjate, nuestra condición de hijos es mucho más duradera que nuestra vida.

Y donde hay hijas, hay madres y padres, biológicos o no, hay alguien que cuida, perdona y ama; hay alguien que educa y ama; alguien que permite y ama; alguien que espera y ama.

La conocida parábola del “Hijo pródigo” (Lc 15:11-32) habla sobre la disposición de un padre para perdonar a sus hijos que han pecado contra él, y nos permite reflexionar sobre la misericordia. ¿Sabes el significado de esta parábola? (Si alguien lo necesita, se adjunta un vídeo )


¿Conocéis el significado de la palabra misericordia?

¿Soléis ser misericordiosos con vuestra familia, amigos, compañeros, profesores?

Agradezcamos a Dios por su infinita misericordia y alegrémonos en esta Cuaresma porque Dios siempre perdona.

¡Buen día!


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