Viernes 10 de enero de 2025. Construimos paz

 Buenos días, dejemos que sea hoy Jesús el que nos habla de gestos de paz y de esperanza, de bondad. 


"Cuando a los pocos días entró Jesús en Cafarnaúm, se supo que estaba en casa.

Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Y les proponía la palabra.

Y vinieron trayéndole un paralítico llevado entre cuatro y, como no podían presentárselo por el gentío, levantaron la techumbre encima de donde él estaba, abrieron un boquete y descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dice al paralítico: “Hijo, tus pecados te son perdonados”.

Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros:” ¿Por qué habla este así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, sino solo uno, Dios?”

Jesús se dio cuenta enseguida de lo que pensaban y les dijo: “¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: “Tus pecados te son perdonados” o decir: “Levántate, coge la camilla y echa a andar?”

Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados, dice al paralítico:

“Te digo: levántate, coge tu camilla y vete a tu casa”.

Se levantó, cogió inmediatamente la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo:

“Nunca hemos visto una cosa igual”. Palabra de Dios


Reflexión:

Observamos las diferentes personas que aparecen en el evangelio. Los amigos son fundamentales en esta historia. Conocen el sufrimiento de su amigo, no saben cómo ayudarle para aliviar su sufrimiento y hacen lo que creen que es mejor para él. Lo llevan ante Jesús para que lo cure.  Ojalá seamos así de atentos con los que están a nuestro lado, que observemos sus necesidades y estemos dispuestos a hacer el esfuerzo por ellos.

Madre, Reina de la Paz. Ruega por nosotros.


 








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