EN BUSCA DE LA FELICIDAD
REFLEXIÓN
Hace muchos siglos,
Isaías (profeta del antiguo Israel), lanzó una reflexión que hoy
por hoy se antoja casi imposible de conseguir: “De las espadas
forjarán arados; de las lanzas, podaderas. No alzará la espada
pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra” (Isaías
2, 4). Efectivamente, no hay paz, o mejor dicho, no estamos en paz:
no estamos en paz cuando nuestro país financia guerras o comercia
con ellas; no estamos en paz cuando hay alguien que maltrata a otras
personas… En fin, la idea de Isaías tiene varios miles de años y
está sin estrenar. Pero la cosa no termina aquí, varios siglos
después, esa propuesta que nos hizo Isaías fue superada por Jesús
de Nazaret. Él recorrió hasta el final el camino que nos lleva, si
estamos convencidos, a conseguir ese objetivo; el objetivo de cambiar
este mundo. El mundo necesita de Cristo, la humanidad vive un
desencanto y se encuentra en actitud de espera ¿de qué? Hay
aspiraciones modernas de paz y de felicidad, de unidad, de comunidad…
El adviento nos ayuda a entender mejor el corazón del hombre y sus
ganas incansables de felicidad.
ORACIÓN
Hoy
quiero recordar en mi oración a tu madre,
Jesús,
que también es la mía.
Me
gusta pensar en ella
como
la mujer que supo estar a tu lado y al lado de tus amigos,
que
respetó tu ritmo y apoyó tu camino,
aunque
tantas veces le resultara imposible comprenderlo.
También
en mi vida ella sabe estar presente, en silencio,
y
su mirada tierna acaricia mis momentos de soledad y tristeza.
Hoy
me quiero acercar a ella con cara de fiesta.
Y
sentir que también a mí me acompaña en cada paso del camino
y
en cada recodo de la vida.
¡A
veces se habla de ella de una manera tan elevada!
Y
yo no puedo evitar pensar
que
fue la mujer que tuvo en sus brazos al Hijo de Dios,
pero
también a un niño pequeño, indefenso,
que
necesitaba protección, educación y ternura.
Tu
madre, Jesús, como tú lo quisiste,
también
es mi madre. Así lo siento.
Y
hoy quiero celebrar la alegría de sentir que María me ama,
me
acompaña, me cuida y derrama sobre mí toda su ternura.
Gracias.
Buenos días elaborados por Patricia Ordóñez
No hay comentarios:
Publicar un comentario