¡Buenos días Chic@s!
Hace un par de semanas veíamos como la oración era una buena práctica para crecer y reflexionar sobre cómo avanza nuestra vida. Bueno, mirad que nos dice Jesús al respecto:
En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario." Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara."»
Y el Señor añadió: «Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?»
¿Veis lo que nos dice Jesús? ¿Qué opináis o creéis que nos dice?
(se puede compartir con los compañeros las reflexiones personales)
Nos dice que debemos orar siempre y sin desanimarnos, ¿verdad?, pero también nos dice que Dios no va a estar ahí para cuando a nosotros nos interese orar o nos va a conceder nuestros deseos como si fuera el genio e la lámpara. ¿Os suenan situaciones como estas?
"Por favor Jesús, si apruebo el examen te prometo queme portaré bien."
"Por favor, por favor, Jesusito que esa chica me diga que sí"
"Por favor, que me recupere pronto"
...
La oración no tiene que ser algo que pidamos como si fuera una máquina expendedora de deseos, sino una reflexión continua sobre el camino por el que vamos andando y la dirección que queremos tomar. Y... ¡¿qué mejor que contárselo a Jesús?!
Gracias! y Buenos Días
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