Continuamos hablando de lo que
implica, el compromiso con los demás.
Debemos de tener muy claro que el
compromiso no es real cuando surge de la obligación y la ignorancia. Nada mejor
para ilustrar dicho comentario que una antigua fábula.
"La zorra y el chivo en el pozo"
Cayó una zorra en un profundo
pozo, viéndose obligada a quedar dentro por no poder alcanzar el borde.
Llegó más tarde al mismo pozo un
chivo sediento, y viendo a la zorra le preguntó si el agua era buena. Ella
ocultando su verdadero problema se deshizo en elogios para el agua, afirmando
que era excelente, e invitó al chivo a descender y probarla donde ella estaba.
Sin pensárselo saltó el chivo al
pozo, y después de saciar su sed, le preguntó a la zorra cómo harían para salir
de allí.
Dijo la zorra entonces:
-Hay un modo, que sin duda es
nuestra mutua salvación. Apoya tus patas delanteras contra la pared y alza bien
arriba tus cuernos; luego yo subiré por tu cuerpo y una vez afuera, tiraré de ti
y te alzaré.
El chivo la creyó y así lo hizo
de buen grado y diligencia, y la zorra trepando hábilmente por la espalda y los
cuernos de su compañero, alcanzó a salir del pozo, alejándose de la orilla al
instante, sin cumplir con lo prometido.
Cuando el chivo le reclamó la
violación de su convenio, se volvió la zorra y le dijo:
-¡Oye socio, si tuvieras tanta
inteligencia como pelos en tu barba, no hubieras bajado sin pensar antes en
cómo salir después!
Antes de comprometerte en algo,
piensa primero si podrías salir de aquello, sin tomar en cuenta lo que te
ofrezcan tus vecinos.
Fábula de Esopo.
Buenos Días elaborados por 1ºA de la ESO
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