Jueves 8 de junio - Un cuento

Un cuento.



Jorge el alpinista era famoso por sus intentos de escalar la gran montaña nevada. Lo había intentado al menos 30 veces, pero siempre había fracasado. Comenzaba la ascensión a buen ritmo, con la vista puesta en la nieve de la cima, pensando en la maravillosa vista y aquel sentimiento de libertad. Pero a medida que las fuerzas le fallaban, bajaba los ojos, y miraba más a menudo sus desgastadas botas, y finalmente, cuando las nubes le rodeaban, y comprendía que ese día no podría disfrutar de la vista, se sentaba a descansar, aliviado, para comenzar el descenso de vuelta la pueblo, pensando en las bromas que tendría que volver a soportar.
Una de aquellas veces subió acompañado por el viejo Chisco, el óptico del pueblo, que fue testigo del fracaso. Fue el propio Chisco quien más animó a Jorge para volver a intentarlo, y le regaló unas gafas oscuras especiales; "si comienza a nublarse, ponte estas gafas, y si comienzar a dolerte los pies, póntelas también; son especiales, te ayudarán".
Jorge aceptó el regalo sin darle importancia, pero cuando volvió a sentir el dolor en los pies, lo recordó se puso las gafas. El dolor era muy molesto, pero a través de los cristales podía seguir viendo la cumbre nevada, así que siguió avanzando. Como casi siempre, la mala suerte volvió a aparecer en forma de nubes, pero esta vez eran tan ligeras que podía seguir viendo la cumbre a través de las nubes.
Así siguió Jorge escalando, dejó atrás las nubes, olvidó sus dolores y llegó al fin a la cima. Merecía la pena. Su sensación de triunfo fue incomparable, casi tanto como aquella maravillosa vista, custodiada por el silencio y con la montaña rodeada de un denso mar de nubes. Jorge no recordaba que fueran tan espesas; entonces miró las gafas cuidadosamente, y lo comprendió todo: Chisco había grabado una difusa imagen en los cristales con la forma de la cumbre nevada, que sólo podía percibirse al dirigir los ojos hacia arriba. Chisco había comprendido que en cuanto Jorge perdía de vista su objetivo, se dejaba llevar y perdía la ilusión por seguir subiendo.
Comprendió entonces que el único obstáculo para llegar a la cima había sido su desánimo, el dejar que la imagen de la montaña desapareciera entre los problemas, y agradeció a Chisco que mediante un engaño le hubiera hecho ver que sus objetivos no eran imposibles, y que nunca se habían movido de su sitio.

 Durante un minuto piensa en que título le pondrías a este cuento. Un título que tenga que ver con el mensaje que transmite. Luego lo compartimos y podemos dejar alguno de ellos puesto en la pizarra para el resto del día.


Hoy a las 13:00 mantendremos un minuto de silencio por la paz en el mundo. Esta convocatoria está hecha por el Papa Francisco. A día de hoy hay muchos conflictos bélicos en el mundo y muchos atentados terroristas, más de los que salen en las noticias porque ocurren fuera de Europa. Hagamos ese momento de silencio con esa intención. Recordad a las 13:00.

Buen jueves.

No hay comentarios:

Publicar un comentario