¡Buenos días! Ya estamos en
la recta final de la semana y hoy vamos a leer un fragmento que nos ayudará a
afianzar todo lo trabajado a lo largo de la semana.
Las cuatro velas se estaban
consumiendo tranquilamente, el ambiente estaba tan silencioso que se podía oír
el dialogo entre ellas. La primera dijo: Yo soy la Paz, a pesar de mi luz las
personas no consiguen mantenerme encendida y disminuyendo su llama se apagó
totalmente.
La segunda dijo: Yo me llamo
Fe, y felizmente soy superflua para las personas porque ellas no quieren saber
de Dios, por eso no tiene sentido continuar quemándome; al terminar sus
palabras, un viento se abatió sobre ella y ésta se apagó.
En voz baja y triste la
tercera vela se manifestó: Yo soy el Amor, no tengo más fuerzas para quemar.
las personas me dejan de lado porque solo consiguen manifestarme para ellas
mismas, se olvidan hasta de aquellas que están a su alrededor y también se
apagó.
De repente entró una niña y
vio las tres velas apagadas y dijo ¿qué esto? ustedes deben estar encendidas y
consumirse hasta el final. La cuarta vela habló: No tengas miedo niña en cuento
esté encendida podemos encender las otras velas. Entonces la niña tomo la vela
de la Esperanza y encendió las que estaban apagadas.
¡Que la vela de la esperanza
nunca se acabe dentro de nosotros!
¿Qué moraleja sacas tras leer
este fragmento? Compártelo con tus compañeros/as.
Pedimos al Señor para que
nunca se nos apague la vela de la esperanza. Padre nuestro…
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