Durante toda la semana hemos hablado de la gente que tenemos cerca y que hace que nuestra vida sea mejor. Hoy, último día de la semana, lo tenemos reservados para nuestro compañero más importante, el que más nos ayuda, el que tenemos más cerca, el que hace que con Él todo sea mejor.
Aunque no pensemos en Él, su presencia siempre está, aunque no le hagamos caso y miremos para otro lado porque gracias a Él, contigo todo es mejor.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (18,15-20):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en
mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»
Palabra del Señor
María Auxiliadora de los Cristianos
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