¡Buenos días!
Si nos
trasladamos algo más de 2000 años atrás, nos podemos imaginar a María
embarazada, a José y su burrito, viendo cómo se acercan al portal después de
haber recorrido un largo camino; día a día, pasito a pasito hasta llegar a él
el día 24 de diciembre. Entonces, esa noche, nace un niño en una pequeña cuna,
en un humilde portal, y poco a poco, se acercan los pastores y sus ovejas. Los
Reyes de Oriente, comienzan su camino, y al igual que lo hicieron María y José,
ellos también caminarán cada día un pasito, hasta el día 6 de enero, en que
llegarán al portal a ver al niño. Pero…
¿os habéis parado a pensar alguna vez qué simbolizan todas las figuras que
componen un Belén?, ¿cuál es su sentido? Pues bien, hoy, vamos a ser capaces de
descubrir todos esos valores presentes en cada una de las figuras del
Nacimiento.
Comenzamos
con María, la Madre, que contempla a su hijo y a todos los que van a visitarlo.
Por otro lado, José, el cual juega un papel muy importante, se suele
representar con un bastón y es el custodio que nunca se cansa de proteger a su
familia, el Niño Jesús, la Guía, el Salvador y el encargado de trasmitir el
mensaje de Dios al mundo. También nos encontramos a los pastores que simbolizan
la humildad y la acogida de los más pobres; ellos fueron los primeros testigos.
A continuación, los Reyes Magos que representan a todas las personas del mundo
independientemente de su etnia, origen o religión y, por último, nos vamos a
centrar en la estrella que representa la luz y el camino a Dios.
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