Después
de este breve descanso, continuamos hoy Martes 9 con este cuento sobre una de
las figuras centrales del Tiempo de Adviento: María.
El sueño de la Virgen María
José, anoche
tuve un sueño muy extraño, como una pesadilla. La verdad es que no lo entiendo.
Se trataba de una fiesta de cumpleaños de nuestro Hijo.
La familia
se había estado preparando por semanas decorando su casa. Se apresuraban de
tienda en tienda comprando toda clase de regalos. Parece que toda la ciudad
estaba en en lo mismo porque todas las tiendas estaban abarrotadas. Pero algo
me extrañó mucho: ninguno de los regalos era para nuestro Hijo.
Envolvieron
los regalos en papeles lindísimos y les pusieron cintas y lazos muy bellos. Entonces
los pusieron bajo un árbol. Si, un árbol, José, ahí mismo dentro de su casa.
También decoraron el árbol; las ramas estaban llenas de bolas de colores y
ornamentos brillantes. Había una figura en el tope del árbol. Parecía un
angelito. Estaba precioso.
Por fin, el
día del cumpleaños de nuestro Hijo llegó. Todos reían y parecían estar muy
felices con los regalos que daban y recibían. Pero fíjate José, no le dieron
nada a nuestro Hijo. Yo creo que ni siquiera lo conocían. En ningún momento
mencionaron su nombre. ¿No te parece raro, José, que la gente pase tanto
trabajo para celebrar el cumpleaños de alguien que ni siquiera conocen? Me
parecía que Jesús se habría sentido como un intruso si hubiera asistido a su
propia fiesta de cumpleaños.
Todo estaba
precioso, José y todo el mundo estaba tan feliz, pero todo se quedó en las
apariencias, en el gusto de los regalos. Me daban ganas de llorar que esa
familia no conocía a Jesús. ¡Qué tristeza tan grande para Jesús - no ser
invitado a Su propia fiesta! Estoy tan contenta de que todo era un sueño, José.
¡Qué terrible si ese sueño fuera realidad!
Y tú…
¿Conoces a Jesús?
Fuente: Aciprensa
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