¡Buenos días chicos!
¿Habéis sacado un ratito para pensar en los buenos días de
ayer? ¿Ya sabéis cuándo podéis dar testimonio o ser testigos en vuestro día a
día? Por si acaso todavía no lo acabáis de tener claro os vamos a contar
algunas cosas más sobre ello.
Son muchas las veces que hemos escuchado o nos hemos incluso
preguntado: “¿por qué unos han visto a Jesús y otros no?”. Los amigos de Jesús
recibieron una misión especial, la de ser TESTIGOS
de su muerte y, especialmente, de su resurrección. Jesús no se manifestó a todo
el mundo después de resucitar sino a todos aquellos hombres que había escogido
para que fuesen sus testigos. Así, Él se aseguraba que ellos contarían todo
desde la experiencia personal vivida junto a Él desde sus inicios.
En los colegios salesianos tenemos la oportunidad de tener un
momento cada mañana para: aprender algo nuevo, pensar sobre nosotros mismos o
los demás, rezar por una causa u otra que sobre la marcha se nos ocurra… ¿En
definitiva? Para acercarnos de este sencillo modo un poco más a Dios y con
ello, ser algo mejores cada día. Tenemos que estar convencidos de todo cuanto
hacemos o decimos pues son nuestras acciones las que nos definen. Es importante
ser consecuentes de ello en todo momento. Desde el cole, todos vuestros
educadores, estamos plenamente convencidos que estos momentos de: oración,
celebraciones, Eucaristías, convivencias, graduaciones u orlas, fiestas en el
teatro o en el patio… no han pasado por alto. Pensadlo. Seguro que al menos
alguna razón encontráis para ser testigos de la alegría que es necesaria
compartir. ¡Porque eso es ser testigos! Compartir los buenos momentos vividos
con todas aquellas personas que por un motivo u otro no han estado presentes en
ellos.
Os invitamos a compartir en voz alta algún momento que hayáis
vivido con intensidad, que haya supuesto para vosotros un antes y un después,
que os haya marcado. Y os animamos a compartidlo sin miedo. Quizá lo que estás
pensando también lo piensa la persona que tienes al lado o la que se sienta
detrás en clase o ¡uno de tus profes! Es una oportunidad de hacerlo, de no
quedarte con ello dentro. ¿Y si no hubiera otra ocasión para poderlo compartir?
De nada sirve sentir cosas buenas si no se comparten.
(Se dejan unos minutos…)
Concluimos este momento con la breve lectura del Evangelio de
Juan:
“Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan:
este venía como testigo, para dar testimonio de la luz,
para que todos creyeran por medio de él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz”
este venía como testigo, para dar testimonio de la luz,
para que todos creyeran por medio de él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz”
María, auxiliadora de los cristianos…
Buenos días elaborados por M.Isabel Mota
Buenos días elaborados por M.Isabel Mota
No hay comentarios:
Publicar un comentario