Mira hacia
delante, el futuro se construye sobre todo lo que has vivido durante este
curso, ojalá te haya servido para crecer como persona.
SABER VER, DARSE CUENTA
Estamos acabando la última
evaluación y terminando los últimos exámenes del curso. Ahora va a quedar en
evidencia lo que hemos sembrado. Y según lo que hayamos sembrado durante todo
el curso, así recogeremos. Pero el curso no son sólo las notas, los estudios.
El curso ha sido un tiempo de crecimiento en muchos aspectos, sobre todo, como
personas. Es el momento de la verdad, de darse cuenta, de reconocer lo que ha
sido positivo y lo que no, lo que ha encendido la luz en mi vida y lo que la ha apagado.
Te invito a escuchar el siguiente
relato:
Se
encontraba una familia de cinco personas pasando el día en la playa. Los niños
estaban haciendo castillos de arena junto al agua cuando, a lo lejos, apareció
una anciana con sus cabellos blancos al viento y sus vestidos harapientos. La
anciana musitaba algo entre dientes mientras recogía cosas del suelo y las
metía en una bolsa.
Los
padres llamaron junto a sí a los niños y les dijeron que no se acercaran a la
anciana. Cuando ésta pasó junto a ellos, dirigió una sonrisa a la familia. Pero
ellos no le devolvieron el saludo.
Semanas
después se enteraron de que la anciana llevaba toda su vida limpiando la playa
de cristales para que los niños no se hirieran los pies.
Puede
ocurrir que nos pasen desapercibidas muchas cosas que ocurren a nuestro
alrededor, porque no somos capaces de darnos cuenta, de fijarnos. A lo mejor sí
vemos muchas cosas, pero después no “las tenemos en cuenta”. Sólo si ocurren
estas dos cosas, darnos cuenta y tenerlo en cuenta: aprendemos, crecemos,
reflexionamos, mejoramos, cambiamos… y somos capaces de agradecer y valorar lo que otros nos aportan.
Texto
evangélico: Del Evangelio de San Mateo 25, 41-45:
Entonces dirá también a los
de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno que ha sido
preparado para el diablo y sus ángeles. "Porque tuve hambre, y no me
disteis de comer, tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me
recibisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo, y en la cárcel, y no
me visitasteis." Entonces ellos también responderán, diciendo:
"Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o como forastero, o
desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?". El entonces les
responderá, diciendo: "En verdad os digo que en cuanto no lo hicisteis a
uno de los más pequeños de éstos, tampoco a mí me lo hicisteis."
Mal está que buena parte de nuestra vida no nos
fijemos en lo que ocurre a nuestro alrededor. Pero sería muy triste que toda
nuestra vida hubiéramos estado tan despistados que no nos hubiéramos enterado
de nada. Que incluso no supiéramos de qué seremos juzgados al final o cuál era
lo realmente importante en esta vida. Si no sabemos ver, si no nos damos
cuenta… tampoco tendremos motivos para dar las gracias por nada, viviremos exigiéndolo todo, pensando que somos el centro del universo y que todo nos lo deben. Por eso es
imprescindible abrir los ojos, darse cuenta, caer en la cuenta de lo que
hacemos y de lo que nos pasa. De lo que vivimos y para qué y porqué vivimos…
Recuerda algo que hayas vivido en este curso, y da gracias a Dios por ello y por las personas con la que lo has compartido...
Piensa también el alguien que te pueda necesitar... y pide a Dios por esa persona. ¿Cómo puedes ayudarla?
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