Hemos valorado la importancia de reconocer, revivir y
transmitir a los demás aquellas cosas que son significativas para nosotros. Se
me ocurren miles de ejemplos cotidianos, por ejemplo: al sentirnos orgullosos
de una buena nota rápidamente la compartimos con compañeros o nuestra familia,
si nuestro equipo gana nos ponemos al día siguiente su camiseta para lucir sus
colores y cuando pierden, orgullosos y sin avergonzarnos también; si te compras
aquello que tanto deseabas desde hacía mucho tiempo no dudamos en decirlo o
enseñarlo, los regalos que tienen para nuestro cumple, una sorpresa inesperada,
una nota o mensaje cariñoso… Queremos dar fe, queremos demostrar que es un
hecho, real, y que no nos avergüenza porque es así.
En las redes sociales, casi sin pensarlo, ¿cuántas veces al
día das a “Me gusta”, “Favorito” o incluso Retwitteas ciertas publicaciones? En
ese sentido, tú das fe de que compartes lo que se dice, que algo te gusta y lo
más importante, te reconoces en ello y no te cuesta reconocer públicamente que
participas de ese sentimiento u opinión.
Fíjate atentamente durante unos
segundos en estas imágenes:
Seguramente, en algún momento hayas visto alguna de estas
imágenes. Otras igual no, ¿te sorprenden? Todos ellos son famosos. Personas
admiradas por jóvenes, niños, adultos… probablemente también por ti. Todos tienen en común una cosa, no se cortan
en demostrar abiertamente su fe. Miles o ¡qué digo!, millones de ojos en todo
el mundo les ven arrodillados, rezando, gritando a los cuatro vientos quién es
su Dios.
Ellos no se avergüenzan. No olvidan por importante que sea el
partido o la acción que tengan que llevar a cabo su fe. Es más, precisamente
cuanto más complicado sea el reto, más se encomienden a Él.
¿Tú serías capaz de hacerlo delante de tus
amigos? ¿Te atreves a compartir tu fe cuando no estás solo? ¿Luchas y das fe de
lo que sientes?
Nunca sabes quién se puede estar fijando en tus acciones. Quizás con ellas
consigas una reacción inesperada o sorprendente. No tengas miedo, ¡sé siempre
tú!
María, auxiliadora de los
cristianos…
Buenos días elaborados por M. Isabel Mota
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