Seguro
que lo de la Valponasca nos suena; sí esa casita en medio del campo, con una
ventana muy famosa, en la que vivió Maín de adolescente.
La
casa pertenecía al marqués Jorge Doria, que se la había alquilado al abuelo
paterno de María Mazzarello”. Como las 3 familias que vivían en la casa de Maín
en I Mazzarelli ya eran muchos; en 1850,
José y Magdalena con sus hijos se trasladan a la Valponasca (el abuelo ya había
muerto pero la familia seguía con el alquiler). Fue hacia 1850. Maín tiene 13
años.
En esta casa María Mazzarello vive los años de
la adolescencia y de la juventud. Era una muchacha como tantas; llena de
energía, vivaz, inteligente. Aquí en la Valponasca, el ritmo de su vida se
modificó. Hasta el momento había sido el brazo derecho de su madre; ahora que
su hermanita Felicina se había hecho mayor, ella podía seguir a su padre en el
campo.
Trabajo
y oración sostenían su juventud. Ella siente que es muy fuerte para trabajar el
campo, sigue ayudando a su madre, quiere ser la primera, pero le ayuda en su
vida de fe Don Pestarino, el párroco y Maín descubre que Jesús es un buen amigo
que le propone ayudar sin buscar reconocimientos, sin esperar el aplauso y las
alabanzas de los demás, ser menos presumida y más sincera.
María
iba todas las mañanas a la misa, pero por la tarde no podía regresar al pueblo;
¿cómo rezar con los que estaban en la parroquia? Desde la ventana de su cuarto
se ve la Iglesia; desde allí se une al grupo que reza en el pueblo. Cuando sus
padres lo descubren, deciden que toda la
familia se reúna allí para la oración de la tarde.
Maín
vivió en la Valponasca hasta 1858. La familia regresa de trabajar y ve como
unos ladrones les han exaltado y se han llevado todos sus ahorros… El padre
entonces decide comprar una casa en Mornese. Maín tiene 21 años.
Y
tú; ¿estás descubriendo ya la importancia del trabajo y de la exigencia? ¿Eres
capaz de tomártelo en serio?
¿Y
rezas? Te invitamos a que en este mes de mayo, busques un espacio en casa para
dedicar unos minutos cada día a la oración. ¿Te animas a buscar también tu
“ventana de la Valponasca” particular?
También
puedes pasar unos minutos por la capilla del cole, al salir de clase, en el
recreo… ¡Cómo le hubiera gustado a Maín tener tan a mano una capilla! Por eso,
ella quiso que en sus colegios, hubiera este espacio, siempre accesible a todos
los alumnos.
¡Vamos
a dar un paseo por la Valponasca!
Buenos días elaborados por Conchi Muñoz
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