Voy a cantar en nombre de mi amigo un canto de amor a su viña. Mi amigo tenía una viña en fértil collado. La entrecavó, la descantó, y plantó buenas cepas; construyó en medio una atalaya y cavó un lagar. Y esperó que diese uvas, pero dio agrazones (arbusto espinoso). Pues ahora, habitantes de Jerusalén, hombres de Judá, por favor, sed jueces entre mí y mi viña. ¿Qué más cabía hacer por mi viña que yo no lo haya hecho? ¿Por qué, esperando que diera uvas, dio agrazones?
Pues ahora os diré a vosotros lo que voy a hacer con mi viña: quitar su valla para que sirva de pasto, derruir su tapia para que la pisoteen. La dejaré arrasada: no la podarán ni la escardarán, crecerán zarzas y cardos; prohibiré a las nubes que lluevan sobre ella. La viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel; son los hombres de Judá su plantel preferido. Esperó de ellos derecho, y ahí tenéis: asesinatos; esperó justicia, y ahí tenéis: lamentos.
Palabra de Dios
Isaías muestra el trabajo de Dios por su viña como un acto continuo de amor. Y el amor son obras, trabajos de Dios por su pueblo. Lo que Dios espera de su pueblo es que responda en el mismo plano, con amor de obras.
Piensa en tus “obras” , en concreto lo que ha ocurrido esta semana
trae a tu memoria algún gesto que hayas hecho por cuidado y cariño hacia alguién o algún gesto que hayas recibido de alguién de esta manera.
pon cuidado hacia los demás y hacia tí mism@
¡Buen viernes , final de semana!
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