¡Buenos días chicas y chicos!
El Papa Francisco nos dice: José, María y Jesús experimentan la condición dramática de los refugiados, marcada por el miedo, la incertidumbre, malestar (cf. Mateo 2,13-15.19-23). Desgraciadamente, en nuestros días, millones de familias se pueden identificar con esta triste realidad. Casi todos los días la televisión y los periódicos dan noticias de los refugiados que huyen del hambre, la guerra, el otro grave peligro, en busca de seguridad y una vida digna para ellos y sus familias. En tierras lejanas, incluso cuando encuentran trabajo, los refugiados y los inmigrantes no siempre son bienvenidos, ni respetados, ni apreciados los valores que llevan. Sus legítimas expectativas chocan con situaciones complejas y problemas que parecen insuperables a veces. Entonces, al mirar a la Sagrada Familia de Nazaret, cuando se ve obligada a convertirse en refugiado, pensemos en el drama de los inmigrantes y refugiados que son víctimas de rechazo y explotación.
Después de abandonar su hogar, sus amigos, sus familiares, sus costumbres. Después de un largo camino, ¿cómo los recibimos? ¿cómo querrías ser recibido?
María Auxiliadora...
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