¡Buenos días!
El domingo celebramos Pentecostés. María está con los discípulos de Jesús, orando, sosteniendo su fe y confiando en la llegada del Espíritu Santo.
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (2,1-11):
Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse.
Residían entonces en Jerusalén judíos devotos venidos de todos los pueblos que hay bajo el cielo. Al oírse este ruido, acudió la multitud y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua.
¿Qué cambia en sus vidas cuando reciben el Espíritu Santo? Todo cambia. Encuentran paz en la inquietud, confianza en el desánimo, alegría en la tristeza, valor en la prueba.
¡Buenos días!
María Auxiliadora...
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