Don Bosco encontró en San Francisco de Sales la inspiración para llevar a cabo su apostolado. Lo admiraba tanto que lo eligió como modelo y protector.
El joven seminarista Juan Bosco, durante los ejercicios espirituales que realizó antes a su ordenación sacerdotal, hizo este propósito: “Que la caridad y la dulzura de San Francisco de Sales me guíen en todo momento”.
Escribiendo las “Memorias del Oratorio” Don Bosco declara: “El oratorio comenzó a llamarse de San Francisco de Sales porque era una misión que exigía gran calma y mansedumbre, nos pusimos bajo la protección de este santo para que nos alcanzara de Dios la gracia de poderlo imitar en su extraordinaria mansedumbre y en la salvación de las almas.”
Conozcamos un poco más a este santo:
Algunas de las frases de San Francisco de Sales que te pueden hacer pensar:
( se leen estas frases pausadamente)
“Ten paciencia con todas las cosas, pero sobre todo contigo mismo.” “Bienaventurados los corazones flexibles, porque no se romperán.” “En nosotros todo lo disculpamos; en los demás, nada.”
“Se aprende a hablar, hablando. A estudiar, estudiando. A trabajar, trabajando. De igual forma se aprende a amar, amando.”
“Más vale un prudente silencio que una verdad poco caritativa.”
“No debemos corregir nunca dejándonos llevar de nuestro sentimiento, sino únicamente de nuestra caridad.”
Indica cuál es la que más te llega o resuena. Lo compartimos en voz alta.
Piensa en alguien que te trate con dulzura.
Piensa ahora en una situación dónde no has tratado a alguien con calma.
Como ayer, damos gracias por las personas que tenemos cerca que son signo de paz y pedimos por nosotros para poder atender las situaciones que nos encontramos con serenidad y tranquilidad.
Buen día!
Esther González.
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