Miércoles 26 de noviembre. El voluntariado.

Cuando hablamos de Proyecto de Vida  entendemos: Cómo poner en acción nuestras habilidades…

Empecemos hoy con un texto evangélico:

“Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad en lo alto de un monte; ni se enciende una lámpara para meterla debajo de la cama, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. ALUMBRE TAMBIÉN VUESTRA LUZ A LOS HOMBRES; que vean el bien que hacéis y glorifiquen a vuestro Padre del Cielo. (Lc. 5,14)

¡La luz con la que hemos sido regalados es para iluminar al mundo!

Hay muchas formas de ser luz para los demás a través de la profesión que escojamos y  a través de nuestro estado de vida. Hay tres estados de vida:

Los sacerdotes, los consagrados y consagradas, los seglares o laicos hoy comprometidos en diversas formas de voluntariado.

¿Qué es el voluntariado? Es el conjunto de actividades desarrolladas por personas, no en virtud de una relación laboral retribuida sino totalmente altruista, solidaria y sin ninguna prestación económica. En España se calculan unas cincuenta mil personas. Para ellas es un extraordinario medio para canalizar su generosidad, tengan la edad que tengan... hay para todos.
La lista de servicios es muy amplia, así como las organizaciones que agrupan a voluntarios y organizan los servicios generalmente bajo el nombre de Organizaciones No Gubernamentales. Cáritas, Médicos sin Fronteras… Muchas de ellas adjuntas a Congregaciones Religiosas que comparten su entrega a los demás según su carácter propio. 
Lo importante es la disponibilidad hacia el compromiso. Si se está dispuesto… el campo se encontrará pronto.
En la Familia Salesiana en la que ahora  te encuentras como  alumno/a  se te brinda pertenecer al grupo de Salesianos D. Bosco, al de Hijas de María Auxiliadora, o bien al de Salesianos Cooperadores; y para servir como voluntarios, múltiples ambientes como Misiones Salesianas o Madreselva, de las Hijas de Mª Auxiliadora (Salesianas).

Como todo en la vida tiene sus grados de entrega. Por la actualidad del tema os ofrecemos este ejemplo de servicio solidario conjuntamente implicados sacerdotes, monjas y voluntarios de la Orden Hospitalaria o de San Juan de Dios.

Y…si te atreves terminamos rezando la oración del Voluntario:

Gracias, Señor, por haberme llamado a servir gratuitamente, a dar mi tiempo, mis energías y mi amor a los que sufren.

Aquí estoy, Señor, envíame. Dispón mi mente y mi corazón a escuchar sin prejuicios, a servir hasta las últimas consecuencias.

Envíame, Señor, a pesar de que soy débil, así comprenderé que eres Tú nuestra fuerza, y mis hermanos descubrirán tu rostro en mi presencia discreta.

Envíame, Señor, y así comprenderé que la mayor felicidad está en servirte. Amén.


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