Antes de comenzar los buenos días de hoy observamos en silencio la imagen y pensamos qué nos transmite, qué entendemos.
(dejamos un minuto de silencio y posteriormente abrimos un momento para compartir)
A continuación, leemos el evangelio (y dejamos un minuto de silencio para que cada uno piense en que se parece el evangelio a lo que se ha comentado anteriormente). Posteriormente, se abre otro momento de diálogo compartido.
Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:
«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».
Al verlos, les dijo:
«Id a presentaros a los sacerdotes».
Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.
Este era un samaritano.
Jesús, tomó la palabra y dijo:
«¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».
Y le dijo:
«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».
María Auxiliadora...
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