Como venimos diciendo estos días, la capacidad de perdonar no solo es
beneficioso para los demás sino también para nosotros mismos.
Independientemente de cuál sea el punto de vista desde el que lo hagamos,
siempre será ventajoso.
Y, según dice este artículo, hay base académica que refrenda esta idea.
REFLEXIÓN. ¿Estás más convencido ahora a la hora de hacer el esfuerzo de perdonar y perdonarte? ¿Crees que parte de tu salud y tu bienestar depende, en parte, de esta capacidad?
Para que Dios nos ayude a darnos cuenta de que este esfuerzo nos
beneficia, rezamos un Padre nuestro.
María Auxiliadora de los cristianos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario