Martes. 8 de febrero. El camino a los demás.



Ayer decíamos que estábamos rodeados de gente, en muchos contextos. Gente con la que convivimos, de la que recibimos muchas cosas. No somos solamente receptores. Lo que hacemos nosotros también influye a los demás. De esto tenemos que ser conscientes. Mi vida es interacción.

Aquí tenemos una oración de Hélder Câmara. Obispo de Brasil con profunda vocación de defensa de los Derechos Humanos, candidato en 4 ocasiones al Nobel de la Paz.

Os invito a que la leamos tranquilamente. Cada párrafo lo puede leer una persona distinta.

Partir, en camino
Partir es, ante todo,
salir de uno mismo.
Romper la coraza del egoísmo
que intenta aprisionarnos
en nuestro propio yo.

Partir es dejar de dar vueltas
alrededor de uno mismo.
Como si ese fuera
el centro del mundo y de la vida.
Partir es no dejarse encerrar
en el círculo de los problemas
del pequeño mundo al que pertenecemos.
Cualquiera que sea su importancia,
la humanidad es más grande.
Y es a ella a quien debemos servir.

Partir no es devorar kilómetros,
atravesar los mares
o alcanzar velocidades supersónicas.
Es ante todo
abrirse a los otros,
descubrirnos, ir a su encuentro.

Abrirse a otras ideas,
incluso a las que se oponen a las nuestras.
Es tener el aire de un buen caminante.

Ahora os invito a fijaros con detenimiento en una frase o párrafo que más os haya llamado la atención. Piensa por qué te ha llamado la atención, por qué te gusta o no, y piensa qué puede suponer eso que dice en tu vida. Léela varias veces, repítela. Quédatela en tu mente y en tu corazón.

 La oración es una invitación a salir de uno mismo. Piensa qué cambio puede suponer en tu vida el abrirte, el partir, el salir de ti mismo haca los demás.


Todo lo pensado lo ponemos en manos de Dios, y le pedimos que nos ayude a conseguir nuestras aspiraciones...

Rezamos juntos:
Padre nuestro que estás...

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