Buenos días chicos y chicas, el
sábado se conmemora el día internacional del síndrome de Down, y con motivo de
esta celebración, vamos a reflexionar sobre la importancia de ser solidarios
con las personas que padecen este síndrome, defendiendo su dignidad y derechos
con independencia de su condición física o mental. Jesús nos dice: “Quien
quiera ser el primero que se haga el último y el servidor de todos” (Mc 9,
30-37).
Desde la
Fundación Instituto San José (FIJS) que tiene como objetivo fomentar el máximo
desarrollo de las personas con discapacidad, nos dan el siguiente consejo: “es
muy habitual que, cuando nos encontramos con una persona que es diferente a
nosotros, demos por hecho que el trato también debe ser distinto, pero no siempre
debe ser así. Las personas que tienen síndrome de Down son como nosotros,
tienen muchas capacidades reales. Debemos fomentar su autoestima, teniendo paciencia,
sin menospreciarlos, ni sobreprotegerlos, sin extralimitarnos, tratándoles siempre
como a uno más.”
Estas fueron las
palabras del papa Francisco en la última cumbre del G7 sobre inclusión y
discapacidad: “necesitamos
construir un mundo más justo, un mundo más inclusivo, donde cada persona, con
sus propias capacidades, pueda vivir plenamente y contribuir al crecimiento de
la sociedad (…) No habrá verdadero desarrollo humano sin la contribución de los
más vulnerables. Mejor que hablar de «discapacidad», hablemos de
capacidades diferentes”.
¿Qué actitud tomamos
ante las personas que tienen una discapacidad?
¿Sabemos ayudarles
potenciando su autoestima para que den lo mejor de sí mismos a la sociedad?
María auxiliadora de
los cristianos…
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