Buenos días, hoy vamos a reflexionar sobre la amistad y el papel que juegan las relaciones humanas en la creación del sentido de la vida. Son muchos los pasajes del Evangelio en los que Jesús de Nazaret nos habla del amor al prójimo como centro de la salvación cristiana. Si Dios es amor, la calidad de nuestras relaciones personales deberá ser receptiva a este don, comprometiendo lo mejor de nuestra persona en su realización.
Visualizamos el siguiente vídeo ( El principito y el zorro):
https://youtu.be/IFvWeJ5RWMg?si=6Vlv6_ycVqFwmkvo
El Principito de Saint-Exupéry utiliza la figura del zorro para expresar la sabiduría que fundamenta las relaciones de amor y amistad. La amistad es un valor que domestica y crea lazos o espacios de comunicación que requieren apertura y tiempo de calidad. Lo esencial es invisible a los ojos, pues solo podemos sentirlo en el espacio interior del corazón que hemos construido en la comunicación con nuestros amigos. Un espacio de mutuo conocimiento, cuidado, respeto y fidelidad.
Hoy en día nos cuesta dedicar espacio y atención a los demás, pensamos que “no nos da la vida”, pero no es problema de tiempo, sino de mantener una actitud más consciente de todo “lo que nos jugamos” en la relación con el otro.
El tema de nuestro tiempo es aprender a crear espacios de interioridad abiertos al mundo de los otros. Solo se conocen las cosas que se domestican, en un espacio donde se han creado sólidos lazos. Todas las personas son únicas, solo hay que saber descubrirlo, hay que saber establecer relaciones únicas, tantas como sea posible.
María auxiliadora de los cristianos…
Realizados por Ricardo Esteban
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