Buenos días ,
Leemos la lectura de este domingo. Domingo V de Pascua.
Del Evangelio de Juan 15, 1-8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».
Jesús utilizó este ejemplo para decir a sus amigos/discípulos cómo deben y pueden estar muy unidos a él. Les dijo: Si los sarmientos tienen muchos racimos de uvas es porque están unidos a la cepa. Del mismo modo, vosotros, estaréis cargados de racimos de bondad y alegría y esperanza si os mantenéis unidos a mi por la confianza. Y así seréis felices
Después de esta semana trabajando y viendo cómo ser felices , Jesús nos propone un camino para ser felices estando unidos a él, a su Palabra. Teniendo fe y confianza en que Él es el camino.
Buen fin de semana
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