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Viernes, 11 de noviembre.


 


Lectura del evangelio del domingo. Del evangelio según san Lucas, presta atención, hay cosas que vas a alucinar.


En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba, Jesús les dijo:
«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».
Ellos le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».
Él dijo:
«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida».
Entonces les decía:
«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes.
Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo.
Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.
Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre.
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».


Pues vaya escenario nos plantea Jesús. Y siempre hay épocas en la historia que parece este escenario. Ahora con guerras sin resolver: Siria, Palestina, muchas de África, Ucrania... el cambio climático, la crisis energética. Pero Jesús nos da tres avisos:

-No hagáis caso de los que os vendan soluciones instantáneas, no hagáis caso del falsos profetas. (Menos Mr Beast y TikTok)

-No tengáis miedo cuando vengan cosas complicadas, cuando todo se ponga feo, confía en el Amor. En el Amor sin condiciones. Siempre podrás amar y en eso ser feliz, independientemente de cómo esté todo. (Amor de verdad, al prójimo y al enemigo, y no el de la Isla de las Tentaciones)

-Cuando hagas las cosas desde el corazón, con Amor y Dulzura, seguro que te critican y te dicen que eres un pringado. Hasta amigos y familiares te pueden criticar. 



Buen fin de semana y que seáis profetas del Evangelio.



Buenos días elaborados por Pedro Alfonso García.

Martes 14 de Marzo - sadaqah



Extracto de una catequesis de Juan Pablo II en el año 1979.
La palabra «limosna» no la oímos hoy con gusto. Notamos en ella algo humillante. Esta palabra parece suponer un sistema social en el que reina la injusticia, la desigual distribución de bienes, un sistema que debería ser cambiado con reformas adecuadas. 
Los profetas consideran este problema a nivel religioso: no hay verdadera conversión a Dios, no puede existir «religión» auténtica sin reparar las injurias e injusticias en las relaciones entre los hombres, en la vida social.  
Los antiguos profetas emplean la palabra «limosna», que, por lo demás, en hebreo es «sadaqah», es decir, precisamente «justicia». Piden ayuda para quienes sufren injusticia y para los necesitados: no tanto en virtud de la misericordia cuanto sobre todo en virtud del deber de la caridad operante.

La limosna tiene un significado mucho más amplio que el de dar una parte de lo que me sobra. Implica una auténtica lucha por la justicia.



Decía el profeta Isaías:
«¿Sabéis qué ayuno quiero yo?: romper las ataduras de iniquidad, deshacer los haces opresores, dejar libres a los oprimidos y quebrantar todo yugo; partir el pan con el hambriento, albergar al pobre sin abrigo, vestir al desnudo y no volver tu rostro ante el hermano» (Is 58,6-7).


La invitación a la limosna en la Cuaresma es una invitación a pensar, reflexionar, crear, luchar, crecer, reivindicar.... para conseguir un mundo más justo. Primero desde el desprendimiento de lo material, para llegar a ser pan para otros.



Le pedimos a Dios que nos ayude a transformarnos, a cambiar nuestras vidas. Rezamos esta breve oración todos juntos.

Señor Jesús,
enséñame a ser generoso,
a servirte como Tú mereces,
a dar sin medida,
a combatir sin temer a las heridas,
a trabajar sin buscar descanso 
y a dar sin esperar otra recompensa
que saber que hago tu santa voluntad.
Amén.

María Auxiliadora de los cristianos...



MARTES CONTIGO:
Os recordamos que esta tarde, cuando terminen las clases, os esperamos en la capilla a las 16:30 para tener un momento de oración conjunta.

¡Te esperamos!