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Viernes. 11 de febrero. La felicidad.

Vamos a ver qué dice la lectura del domingo. Este domingo es la Jornada Nacional de Manos Unidas, la ONG de la Iglesia para la Cooperación Internacional.

 

Del evangelio de Lucas

En aquel tiempo, bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: «Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. 
Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas.»




El hombre ha sentido siempre una gran nostalgia de felicidad. También hoy. Existen indicadores que nos hablan de un «malestar», de que somos pocos felices: Hay más de 50 (nuevas) terapias enfocadas en el bienestar emocional, psicológico, mental... libros de autoayuda, un creciente consumo de psicofármacos. 2020 ha sido el de más suicidios en la historia de España: Cada día se quitan la vida 11 personas: una cada 2 horas y cuarto. Con particular incidencia en los menores de 30 años. Algo no va bien en nuestra sociedad.

Muchos se han creído que lo decisivo para ser feliz es «tener dinero», porque nos abriría todas las puertas. Por lo tanto, trabajar para tener dinero. Tener dinero para comprar cosas o alcanzar algunos planes y proyectos. Poseer cosas, acumular experiencias para adquirir una posición y ser algo/alguien en la sociedad. Como si la felicidad consistiera en «vivir mejor». Aunque luego comprobamos que no es verdad, pero no cambiamos.

El bienestar, la seguridad, el éxito, la satisfacción de placeres, la buena imagen, el dinero, el poder, los viajes... son todo ocasiones de girar en torno a uno mismo. Incluso llegamos a mentir, defraudar, destrozarnos unos a otros para conseguir lo que creemos «necesario», traicionando los mejores valores.

Nuestra civilización de la abundancia nos ha ofrecido medios de vida pero no razones para vivir, para trabajar, luchar, gozar, sufrir y esperar. Hay poca gente feliz. Hemos aprendido muchas cosas, pero no sabemos ser felices. O quizás nos da miedo serlo.

Y, ¿si Jesús tuviera razón?¿No tendremos que imaginar una sociedad diferente, cuyo ideal no sea un consumismo que nos están consumiendo a todos y lo consume todo... sino la satisfacción de las necesidades vitales de todos? ¿No seremos más felices cuando aprendamos a necesitar menos y a compartir más?

Jesús pretende que todos los hombres - y de manera especial los que nos llamamos discípulos suyos- vivamos de una manera nueva y provocativa, alternativa, modelada por valores diferentes: compasión, defensa de los últimos, servicio a los desvalidos, acogida incondicional, lucha por la dignidad de todo ser humano.

Piensa ahora un par de minutos
¿Y tú? ¿qué camino eliges? ¿seguir en el modelo de "infelicidad" que nos lleva la sociedad? ¿o el camino de Jesús?





Comentario al evangelio extraído de ciudadredonda.org


Viernes 7 de mayo - Amaos

El evangelio de este domingo deja un mensaje bastante claro. Un mandato que resume el mensaje del evangelio.

Lectura del santo evangelio según san Juan 
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. 
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. 
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. 
Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. 
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. 
Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. 
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. 
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. 
Esto os mando: que os améis unos a otros.»



Hay un mensaje claro y conciso en este fragmento: amar, amar, amaos. Y no es un mandato de alguien superior, de un amo que manda a un esclavo, no. 
Mirad la imagen, es el mensaje de un amigo, de alguien que nos está contando el auténtico camino de felicidad. 

No te está diciendo que tengas que hacer sacrificios en el tempo, que tengas que imponerte duras normas, no. Lo que te está diciendo es que ames; que el camino de felicidad, que lo que Dios quiere de nosotros, es que amemos. Y ya está. 

Recomendación de amigo, "mandato" de Jesús: AMA.











Miércoles 24 de marzo - La Semana Santa

 ¿Cómo vamos a celebrar la Semana Santa? ¿Dónde vamos a encontrarnos a Jesús? ¿Cómo es la Semana Santa del coronavirus?

Vamos a ver un vídeo.


 

Piensa en qué es lo que más te ha llamado la atención. 

Piensa ahora en un titular que le pondrías a este vídeo, distinto al que tiene "La semana santa del coronavirus". Un titular que refleje lo que más te ha llamado la atención.

Se comparte en clase.


Buen miércoles.

Viernes 5 de marzo -

Lectura del santo evangelio según san Juan (2,13-25):

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»

Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.»

Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?»

Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»

Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»

Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.

 



En este tercer domingo de Cuaresma en el que nos adentramos, justo en su ecuador, las lecturas nos hacen un claro llamamiento a ir hacia dentro, a profundizar, a dejar de lado imágenes e ídolos y girar nuestras vidas hacia el que dice de sí mismo: «soy el Señor, tu Dios».

En la lectura que nos ofrece el Evangelio de hoy Jesús se enfrenta a quienes han convertido el templo en un mercado donde no hay verdadero encuentro con su Padre, sino una suerte de compra y venta de “favores divinos”.

Esta invitación, en medio de nuestra Cuaresma “pandémica” quizás nos ayude a seguir despojándonos de lo superficial para avanzar en lo esencial de nuestras vidas.



Buenos días preparados por Esther González


Viernes 15 de enero - "Venid y veréis"

Vamos a leer el evangelio correspondiente al próximo domingo. Tiene una invitación muy clara e interesante.




Del evangelio de Juan.

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Éste es el Cordero de Dios.»Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús.
Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «¿Qué buscáis?»
Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?»
Él les dijo: «Venid y lo veréis.»
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo).»
Y lo llevó a Jesús.
Jesús se le quedó mirando y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro).»


Del texto vamos a fijarnos en la invitación clara a dos personas que estaban en búsqueda. Eran dos discípulos de Juan, que querían saber quién era ese. Y Jesús les hace una oferta: "Venid y veréis".

La imagen que acompaña al texto es una adaptación, pero nos puede ayudar a entender. Jesús nos hace una oferta, una oferta a comprender, a conocer, a entender bien el evangelio. Y acercarse a ello nos va a hacer que nuestra vida sea menos gris y esté llena de color. Lo que quiere Jesús para nosotros es que seamos plenamente felices por el camino del Amor, amando, hasta el extremo. La oferta de Jesús está hecha, cada uno elige ir o no.

Buen fin de semana. 

Jueves 3 de diciembre - Jesús vendrá


La presencia de Jesús cambia el mundo.

La Buena Noticia, el Salvador, el Rey de Reyes... Con Jesús la historia va a cambiar. Comienza un reino del amor, la concordia, la solidaridad. Jesús nos trae una nueva forma de entender el mundo para que construyamos un mundo mejor para toda la humanidad.


Podemos usar una de estas dos actividades.


Lluvia de ideas: salimos a la pizarra y escribimos actitudes que hacen que construyamos un mundo mejor.


Acróstico: escribimos la frase JESÚS VENDRÁ y comenzamos a escribir las palabras que salen de la misma y nos indican que con la venida de Jesús el mundo será mejor.





Buenos días preparados por las Salesianas

Miércoles 2 de diciembre - Jesús viene

Jesús está aquí, no esperamos a un momento mágico en el que ocurra algo mágico. Jesús se hace presente de muchas maneras, y las personas somos sus manos y su corazón.

Con tantas noticias trágicas y negativas se nos olvida de las múltiples situaciones en las que el amor se manifiesta. Situaciones en las que Jesús se hace presente con los múltiples gestos de amor que hay en el día a día.



A continuación vamos a pensar durante un par de minutos en esos gestos de bondad, ayuda, comprensión... qué realizamos o que vemos cada día. Que a veces pasan desapercibidos pero que son manifestación de la presencia de Dios. Dios está en todo aquello que ayuda a construir y a unir.

Dejamos unos minutos para pensar en ello.

A continuación podemos compartir en alto estos gestos que están presentes en el día a día, ya sean míos o de otras personas.


Buenos días preparados por las Salesianas


Martes 1 de diciembre - Jesús vino: preparar el belén.

Ha comenzado el Adviento y algunos ya hemos montado el belén en nuestras casas.


El nacimiento, es una manifestación de Jesús a la gente sencilla.


Jesús VINO y manifiesta a todo el mundo siendo de Dios en el mundo. Se hace uno como nosotros.


Todos los años vemos muchos, pero vamos a repasar lo que se está representando.

Personajes del Nacimiento y su significado:

Los personajes del belén Jesús, representan a los hombres y mujeres de todos los tiempos.






El Pesebre: Representa la sencillez y humildad.

San José: Considerado un artesano de cierta posición, inspira obediencia y fortaleza.

Virgen María: Representa la fidelidad y el amor a Dios, mujer compresiva y bondadosa.

Los Pastores: Hacen alusión a las personas a las que se les apareció el ángel para darles la noticia de que había nacido el Mesías. Fueron los primeros en visitar y adorar al recién nacido

La estrella de Belén: Fue el astro que guió a los Reyes Magos hasta el lugar donde nació Jesús.

El Buey: Con su aliento mantiene caliente el pesebre. Da ejemplo a los hombres para que mantengan en su hogar un ambiente cálido y amoroso.

La Mula: La mula significa la humildad símbolo de paz, pobreza y coraje.

El ángel: Simboliza la bondad, el amor y la misericordia.

Los tres reyes Magos: Ellos representan a todas las personas del mundo, sea cual sea su origen, etnia, religión o posición social.




Tengamos en cuenta todo esto cuando veamos algún belén o cuando montemos el nuestro en nuestras casas.

Jesús viene para salvar al mundo entero.


Buenos días preparados por las Salesianas

Viernes 30 de octubre - El primero entre vosotros.

La lectura del evangelio de este domingo es bastante clara respecto a cómo debe actuar un auténtico seguidor de Jesús, de cómo debe actuar una persona que quiere ser realmente feliz.

Del evangelio de Mateo.

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

Mateo (23,1-12)




Al ser humano siempre le ha gustado la apariencia y el postureo. Jesús nos habla de la gente de su época que quería que la gente les alabase, les reverenciasen; gente que por su aspecto aparentaba ser mejor de lo que eran.
Esto sigue existiendo. El postureo no es nuevo en el ser humano. Ahora hay gente (tú no, claro), que les gusta aparentar lo que no son, buscan la aceptación de los demás fingiendo lo que no son.
Ahora podríamos decir: 

Todo lo que hacen es para que los vea la gente: se ponen ropas llamativas y se graban vídeos haciendo lo que está de moda; les gustan que la gente les siga en Instagram y en TikTok y que le den likes a sus vídeos; que les comenten qué guay son sus histories y sus reels y que la gente los llame influencers.

Pues Jesús nos viene a decir que esto del postureo y de querer ser el más guay no es la forma de ser feliz. La auténtica felicidad está en ser el que ayuda al otro, el que construye un mundo mejor entre sus personas cercanas. El que no hace cosas llamativas, sino que desde lo pequeño hace feliz a los demás, y sin necesidad de que le digan lo guay que es: "El primero entre vosotros será vuestro servidor".

Si nos preocupamos únicamente del qué dirán de nosotros no nos daremos cuenta de todo lo que podemos hacer por ayudar a los demás, y con ello ser felices.

Dale un like a ser feliz ayudando a los demás.

Juntos le pedimos a Dios Padre que nos ayude a darnos cuenta de nuestra realidad y la de los que nos rodean. Se lo pedimos juntos rezando: Padrenuestro que estás en el cielo...


María Auxiliadora de los cristianos...



Martes 11 de febrero - La mirada de Jesús





¿Cómo sería la mirada de Jesús?

El evangelio nos dice algo.

Fragmento de la homilía del Papa Francisco del 21 de septiembre de 2015 en Cuba sobre la vocación de Mateo.

Un día, como otro cualquiera, mientras estaba sentado en la mesa de la recaudación de los impuestos, Jesús pasaba, lo vio, se acercó y le dijo: «Sígueme. Y él, levantándose, lo siguió».

Jesús lo miró. Qué fuerza de amor tuvo la mirada de Jesús para movilizar a Mateo como lo hizo; qué fuerza han de haber tenido esos ojos para levantarlo. Sabemos que Mateo era un publicano, es decir, recaudaba impuestos de los judíos para dárselo a los romanos. Los publicanos eran mal vistos e incluso considerados pecadores, y por eso vivían apartados y despreciados por los demás. Con ellos no se podía comer, ni hablar, ni orar. Eran traidores para el pueblo: le sacaban a su gente para dárselo a otros. Los publicanos pertenecían a esta categoría social.

Y Jesús se detuvo, no pasó de largo precipitadamente, lo miró sin prisa, lo miró con paz. Lo miró con ojos de misericordia; lo miró como nadie lo había mirado antes. Y esa mirada abrió su corazón, lo hizo libre, lo sanó, le dio una esperanza, una nueva vida como a Zaqueo, a Bartimeo, a María Magdalena, a Pedro y también a cada uno de nosotros. Aunque no nos atrevamos a levantar los ojos al Señor, Él siempre nos mira primero. Es nuestra historia personal; al igual que muchos otros, cada uno de nosotros puede decir: yo también soy uno en el que Jesús puso su mirada.

Seguramente en algún momento de nuestra vida hemos sentido alguna sensación similar. Os invitamos ahora a que cerréis los ojos, os coloquéis cómodos, no para dormir, sí para no preocuparme de cómo está mi cuerpo... y con los ojos cerrados hagamos tres inspiraciones profundas para ser conscientes de cómo es mi propia respiración. 
Ahora os invitamos a que intentéis recordar algún momento en que alguien solamente con su mirada, o con un saludo, con una sonrisa, con un gesto... os ha hecho sentir bien, os ha alegrado el día, os ha animado a hacer algo... recordad eso durante un para de minutos.

(se deja dos minutos de silencio con los ojos cerrados)

Respiramos de nuevo profundamente para hacernos conscientes de nuestra respiración y centrar la atención...

Ahora intentad imaginar qué os diría Jesús a vosotros si os viese, cómo os haría sentir, ¿qué crees que te diría? 

(Se dejan otros dos minutos de silencio)

Jesús nos llama, nos mira, nos invita a seguirle. La invitación está hecha y la respuesta es personal.
Esta tarde en casa recuerda esto y vuelve a pensarlo.

Buen día.


Viernes 22 de noviembre - Jesús, Rey

Del evangelio según san Lucas (23,35-43):
En aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús diciendo:«A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido».Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo:«Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo».Había también por encima de él un letrero:«Este es el rey de los judíos».Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo:«¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía:«¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha hecho nada malo».Y decía:«Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino».Jesús le dijo:«En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso».



Este domingo es el último del año litúrgico, luego empezaremos el Adviento. La liturgia dedica este último domingo a Cristo Rey.

La Iglesia quiere que le veamos en triunfo, como aquel en quien llegan a plenitud todas las cosas. Con él, el Reino de Dios dejará de ser un sueño para empezar a ser realidad plena. 
¿Cómo es posible que el Evangelio nos presente a Jesús en la cruz? Los condenados a muerte no han triunfado nunca a lo largo de la historia. Como mucho han conseguido que algunos nostálgicos derramaran algunas lágrimas por ellos. Pero nada más. Los gobernantes de cualquier país saben que lo mejor que se puede hacer con la oposición es eliminarla.

Pero el caso de Jesús es diferente. Da la impresión de que su reinado no es exactamente igual que los gobiernos y reinos de este mundo. Jesús es un hombre que, a punto de morir en la cruz, todavía despierta pasiones opuestas. Unos se ríen de él y otros afirman su inocencia. Más todavía. En el momento de la cruz el mismo Jesús es capaz de prometer el paraíso al hombre que está crucificado a su lado.

Es que su reino no es de este mundo. Su reino es el reinado de Dios que junta y recoge a todos sus hijos e hijas para convertirlos en una familia. En el reino de Dios no somos súbditos. Tampoco somos ciudadanos. Somos hijos. Absolutamente diferente.

En un reino donde todos somos hermanos y Dios, el centro y origen de todo, es nuestro padre. El Reino se verá al realizarse de verdad la fraternidad, la solidaridad y la justicia entre todos y todas. Y todo eso sin fronteras, sin divisiones por razón de raza, cultura, religión o nacionalidad, porque toda la humanidad, junto con toda la creación, está llamada a participar de esa plenitud. Jesús es el rey de ese reino. Precisamente por eso murió en la cruz. Precisamente por eso, Dios, el Padre que ama la vida, lo resucitó y hoy mantenemos viva la esperanza del Reino.

Menuda locura la de Dios.



Reflexión extraída de Ciudad Redonda

Viernes 15 de noviembre - Camino de paz

Después de esta semana viendo qué puede ser la vocación, nuestra vocación, escuchamos la Palabra del Evangelio del próximo domingo
Lectura del evangelio según san Lucas (21,5-19):
En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo:
«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».
Ellos le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».
Él dijo:
«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
Porque todo esto ocurrirá, pero el fin no será enseguida».
Entonces les decía:
«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes.
Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo.
Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.
Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y os perseguirán y odiarán a causa de mi nombre”

La lectura nos habla de tiempos difíciles: guerras, revoluciones, momentos convulsos…
Después de escuchar la Palabra intentamos ver qué dice en mi Vida,
También nosotros pasamos por momentos difíciles personales, en casa, en el aula…
Piensa en silencio un ejemplo de algo así que esté pasando ahora por ejemplo en el aula (o en tu vida), con tus compañeros. ¿quizás que te esté pasando a ti?
Es el momento de dar testimonio y con voluntad ser coherentes, e intentar poner nuestros dones para intentar dar salida a ciertas circunstancias desde el ENTENDIMEINTO, la exigencia y la armonía.
Vuelve a pensar ahora en la circunstancia que has pensando arriba. ¿qué puedes hacer para intentar dar una salida pacífica?
Desde la vocación también estamos llamados a sembrar PAZ y JUSTICIA
Pedimos hoy especialmente al Padre por aquellos lugares dónde hay conflicto, guerras, violencia. Tenemos presente a lo que ocurre en Chile, Bolivia y otros países. Para que encuentren sus caminos para llegar a la Paz.
Si alguien quiere puede pedir en algo por alguna cosa en concreto


Buen fin de semana

Viernes 18 de octubre - Jesús y la humildad



Hace dos domingos, la propuesta del evangelio decía así:


“Cuando te conviden a una boda, vete a sentarte en el último puesto. Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido. Y, cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.” LC 14:13


No hay que negar a Jesús el magnánimo sentido del humor que derrocha ante todos sus oyentes y discípulos. Cada domingo (y cada día) nos presenta un nuevo hito de crecimiento espiritual y comunitario, a contemplar y a desarrollar. Y eso es algo que resulta ser una contradicción con la moda, una contradicción con nuestras aspiraciones mundanas o con nuestro anhelo de buen vivir o de vivir superfluo.


Jesús te pide, con buen humor, mucha psicología, y sobrado conocimiento del ser humano y del camino que conduce a la renovación y a la Vida, lo contrario a lo que te apetece. Te pide ser el último cuando lo que quieres es ser el primero, te pide no dejar de hacer pero no demostrar ni pedir compensación.





Jesús te pide, guiado por la fe y la gracia, por la confianza en la que no se ve, justo lo contrario a lo que deseas, te pide no ser el primero. Te dice: “Se el último”. No busques el honor ni el aplauso de nadie. Esto supone un cambio radical. Te da la vuelta al calcetín. ¿Lo podrás realizar?


Vamos a rezar juntos un Padre Nuestro para pedir a Jesús fuerzas para realizar su voluntad.


Padre nuestro...




María Auxiliadora, ruega por nosotros.


#abrelosojos



#HAZLOPOSIBLE

Buenos días elaborados por Begoña Maté

Jueves 3 de octubre - Evangelio del domingo

Del evangelio de Lucas:

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Los apóstoles pidieron al Señor: 
- Danos más fe.
El Señor les contestó: 
-Si tuvierais fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podríais decirle a esta morera: desarráigate de aquí y plántate en el mar. Y el árbol os obedecería.

Lc 17, 5-10


¡Hacer posible lo imposible!. Escuchar a Jesús y verle actuar lleva a comprender lo lejos que están de poder seguirle. Está claro que nuestras fuerzas solas no bastan. Pero, cuántas obras se han realizado sólo con la fuerza de la fe! ( ejm: misioneras, santas, ..o incluso nosotros mismas al hacer lo que no creíamos posible, por el dolor, la dificultad..)


Ahora un momento de reflexión, siéntate cómodamente, respira hondo y cierra los ojos. 
Piensa durante 2 minutos en algún momento de tu vida donde tú o alguien cerca de ti consiguió salir de un momento de dificultad.  ¿Gracias a qué …?  ¿cómo lo hizo/ hiciste?

Permanecemos 2 minutos en silencio.

(se puede compartir )




Oración final:

Señor, que se mantenga firme mi confianza en Tí, que mis ganas de ayudar y compartir con los otros sean cada vez mayores. Dame fuerza para abrir los ojos y hacerlo posible.

María Auxiliadora de los cristianos...


Para terminar escuchamos esta canción:







Viernes 15 de marzo - Jesús

En su camino Jesús se encontró con mucha gente que era discriminada por múltiples razones. En todos los encuentros que nos narran los evangelios vemos actitudes a las que estamos llamados a repetir con la gente que nos encontramos.

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Jesús se encuentra con una mujer samaritana. Los judíos y los samaritanos vivían enfrentados por cuestiones religiosas. La mujer le dice:

—Tú, que eres judío, ¿cómo pides de beber a una samaritana? –los judíos no se tratan con los samaritanos–.
Los discípulos cuando llegan se sorprenden, dice el evangelio:
En esto llegaron sus discípulos y se maravillaron de verlo hablar con una mujer. Pero ninguno le preguntó qué buscaba o por qué hablaba con ella.
Jesús está por encima de discriminaciones. Jesús se acerca al que otro no se acerca. En este caso Jesús entabla conversación con la samaritana y ella queda sorprendida de todo lo que le dice Jesús.

En otra ocasión los discípulos trataban de alejar a los niños que se le acercaban. En la antigüedad a los niños no se les valoraba y en ocasiones se les despreciaba. Sin embargo Jesús dice:
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«Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios. Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él»
Los marginados, los discriminados, los enfermos se acercan a Él. Un ejemplo es el de esta mujer:
Una mujer que llevaba doce años padeciendo hemorragias, que había sufrido mucho en manos de distintos médicos gastando todo lo que tenía, sin obtener mejora alguna, al contrario, peor se había puesto, al escuchar hablar de Jesús, se mezcló en el gentío, y por detrás le tocó el manto. Porque pensaba: Con sólo tocar su manto, quedaré sana. Al instante desapareció la hemorragia, y sintió en su cuerpo que había quedado sana.

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Jesús acoge a todos y sana a todos. Al saberle cercano la gente se acerca y se crea una nueva humanidad. En el momento en el que el marginado se sabe aceptado se crea una nueva relación y una sanación. Todos estamos llamados a acoger a todos, no solamente a no discriminar, sino a curar ese dolor del que se ha sentido alejado.

Que en esta Cuaresma caminemos hacia la Pascua siendo acogedores con el marginado, con el discriminado, sanando heridas, acercando vidas. Se lo pedimos a Dios Padre rezando todos juntos...

TODOS.

Padre Nuestro que estás en el cielo...

Viernes 25 de enero - La profecía

Vamos a ver la lectura del evangelio del domingo:

Resultado de imagen de El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad,

En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
«El Espíritu del Señor está sobre mí,
porque él me ha ungido.
Me ha enviado a evangelizar a los pobres,
a proclamar a los cautivos la libertad,
y a los ciegos, la vista;
a poner en libertad a los oprimidos;
a proclamar el año de gracia del Señor».
Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que lo ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él.
Y él comenzó a decirles:
«Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».

Jesús vivió en una sociedad muy religiosa con unas normas muy estrictas. Cuando Jesús empezó a predicar no vino a dar nuevas normas. Jesús nos habló y nos habla de un Dios que trae la salvación, que nos quiere libres, que quiere que no suframos, que quiere nuestra plena felicidad. Pero no una felicidad basada en lo material, en los caprichos, en los deseos superficiales. Jesús nos habla de un Dios que quiere que seamos plenamente felices amándonos unos a otros, construyendo un mundo mejor para todos.

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¿Conoces gente que esté oprimida? Presa del opresión, del consumismo, de las relaciones tóxicas...
¿Eres plenamente libre? Para elegir, para decidir, para ayudar a los demás...
¿Has pensado alguna vez que el Amor puede hacerte más libre?



Le pedimos a Dios Padre que nos de la fuerza del Espíritu para ser libres en nuestra vida y ayudemos a los demás a ser libres. Se lo pedimos juntos rezando....

Padre nuestro que estás en el cielo...


Jueves 25 de octubre - Ciegos


Mañana tenemos la Jornada de Orientación de ESO y Bachillerato, así que vamos a ver hoy la lectura del evangelio del domingo:

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.»
Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: «Hijo de David, ten compasión de mí.»
Jesús se detuvo y dijo: «Llamadlo.»
Llamaron al ciego, diciéndole: «Ánimo, levántate, que te llama.» Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo: «¿Qué quieres que haga por ti?»
El ciego le contestó: «Maestro, que pueda ver.»
Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado.» Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.
Marcos (10,46-52)


Jesús devuelve la vista al ciego. Pero el milagro físico de devolverle la vista nos habla de otro milagro más profundo. Parece que el ciego empieza a ver no sólo con los ojos sino también con el corazón. Dice el Evangelio al final que “al momento recobró la vista y lo seguía por el camino”. Quizá haya pocos ciegos en el sentido físico entre nosotros. Pero es posible que haya muchas maneras de ser ciego, muchas clases de ceguera. Y que algunos de nosotros ni siquiera tengamos el privilegio, como aquel ciego, de darnos cuenta de que estamos ciegos. 

Ése es el milagro que hoy le tenemos que pedir a Jesús con todas las fuerzas. Que nos cure el corazón, que nos abra los ojos, para creer, para levantarnos y caminar mano a mano con nuestros hermanos y hermanas, construyendo fraternidad, construyendo reino, trabajando para que nadie se quede fuera del camino, marginado, abandonado. Trabajando para que los gritos de los que, cerca de nosotros, nos piden ayuda no nos resulten molestos sino que sean llamadas a vivir la fraternidad tal y como Jesús quería. Jesús nos dará la fuerza que necesitamos.

Buen día.
 

Reflexión extraída de Ciudad Redonda


Vierne 28 de septiembre: más vale tuerto

Vamos a ver la lectura del evangelio del domingo.

Del evangelio de Marcos

En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no es de nuestro grupo.»
Jesús replicó: «No se lo prohibáis, porque nadie que haga un milagro en mi nombre puede luego hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros está a favor nuestro. Os aseguro que el que os dé a beber un vaso de agua porque sois del Mesías no quedará sin recompensa. Al que sea ocasión de pecado para uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran del cuello una piedra de molino y lo echaran al mar. Y si tu mano es ocasión de pecado para ti, córtatela. Más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al fuego eterno que no se extingue. Y si tu pie es ocasión de pecado para ti, córtatelo. Más te vale entrar cojo en la vida, que ser arrojado con los dos pies al fuego eterno. Y si tu ojo es ocasión de pecado para ti, sácatelo. Más te vale entrar tuerto en el reino de Dios que ser arrojado con los dos ojos al fuego eterno, donde el gusano que roe no muere y el fuego no se extingue.»





En ocasiones miramos con recelo a gente nueva, o gente desconocida aunque haga cosas buenas, aunque se comporte bien. Tendemos a buscar defectos en el otro: "seguro que lo hace por interés..." "está aparentando pero luego es..." "es postureo...". Nos brota esa necesidad de pensar que el otro tiene algún defecto, algún fallo. Pero esos pensamientos nos lastran, nos impiden crecer, nos oscurecen el corazón. Jesús nos invita a no pensar en negativo, a no criticar, a quitarnos de encima esas conductas y actitudes negativas. No hay que cortarse un pie o una mano, lo que hay que hacer es impedir que los pensamientos negativos que nos brotan se nos conviertan en actitudes de rechazo. A veces es imposible controlar el pensar mal sobre alguien, pero eso no tiene que hacer que le tratemos peor o le rechacemos, porque en el momento que permito la cercanía y el conocimiento se me quitarán los pensamientos negativos.


Estamos empezando un curso y posiblemente haya gente con la que no estabas en cursos anteriores, o profesores nuevos, o gente que haya venido nueva, o eres nuevo... posiblemente de primeras nos aparezcan pensamientos de recelo ante algunas personas...
Piensa durante un minuto si esto te ha pasado con alguien... Planifica como te vas a comportar, si te vas a mantener distante o si vas a hacer el esfuerzo por conocer a esa persona. No te dejes llevar por un pensamiento negativo. "Y si tu mano es ocasión de pecado para ti, córtatela".

Tras un par de minutos podéis comentar en clase si esto os ha pasado.



Buen viernes.

Viernes 6 de abril - Incrédulos

Lectura del evangelio del domingo:


Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos.
Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.»
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegria al ver al Señor.
Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.»
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús.
Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.»
Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.»
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos.
Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros.»
Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.»
Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!»
Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.»
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

Tomás no se lo creía. Obviamente, cuesta creer. Pero no se fiaba de los que se lo contaban, era un gran incrédulo. No solamente es ser incrédulo para creer o no en la resurrección de Jesús, sino para muchas otras cosas de la vida. No creemos a nuestros padres o profesores cuando nos dan recomendaciones, no creemos a nuestros amigos cuando nos aconsejan cosas, no creemos...

Pues Jesús nos deja un mensaje bien clarito:


FELICES LOS QUE CREEN SIN HABER VISTO


Esta imagen de Fano nos da su interpretación de la lectura. Y muestra a Jesús guiando a la Iglesia por la cuerda floja, sabiendo que las manos de Dios siempre están debajo para sujetarla. Así que fiémonos un poco de Dios, fiémonos de lo que nos dice Jesús. Arriesguémonos a seguir su evangelio, a ser felices amando como Él lo hizo, hasta el extremo, sin esperar nada a cambio, buscando hacer felices a los otros. Fíate de Jesús, síguele. ¿A qué esperas para ser feliz?.






Miércoles 4 de abril - Discípulos de Emaús

La lectura del evangelio de hoy es la de los discípulos de Emaús. Se narra como dos discípulos se encuentran con un hombre mientras volvían de Jerusalén a Emaús. Pasan un rato del camino con el hombre hablándole de lo que había pasado con Jesús y al final en la cena lo reconocen como el propio Jesús cuando parte el pan. El evangelio dice que desaparece una vez le reconocen... Otro suceso incomprensible... ¿cómo es posible que no le reconocieran? ¿cómo es posible que desaparezca?... El caso es que unos discípulos que se iban tristes y abatidos se encuentran con Jesús y vuelven a Jerusalén a contar a los demás su experiencia.




El encuentro con Jesús, el encuentro con Dios al fin y al cabo, de una u otra forma, lleva a coger fuerzas para afrontar la vida con una esperanza nueva.

Aquí pongo una oración de Teilhard de Chardin, un sacerdote jesuita:

¡Te necesito, Señor!,
porque sin Ti mi vida se seca.
Quiero encontrarte en la oración,
en tu presencia inconfundible,
durante esos momentos en los que el silencio
se sitúa de frente a mí, ante Ti.

¡Quiero buscarte!
Quiero encontrarte dando vida a la naturaleza que Tú has creado;
en la transparencia del horizonte lejano desde un cerro,
y en la profundidad de un bosque
que protege con sus hojas los latidos escondidos
de todos sus inquilinos.

¡Necesito sentirte alrededor!
Quiero encontrarte en tus sacramentos,
En el reencuentro con tu perdón,
en la escucha de tu palabra,
en el misterio de tu cotidiana entrega radical. 
¡Necesito sentirte dentro!
Quiero encontrarte en el rostro de los hombres y mujeres,
en la convivencia con mis hermanos;
en la necesidad del pobre
y en el amor de mis amigos;
en la sonrisa de un niño
y en el ruido de la muchedumbre. 

¡Tengo que verte!
Quiero encontrarte en la pobreza de mi ser,
en las capacidades que me has dado,
en los deseos y sentimientos que fluyen en mí,
en mi trabajo y mi descanso
y, un día, en la debilidad de mi vida,
cuando me acerque a las puertas del encuentro cara a cara contigo.

Que en este tiempo de Pascua, seamos capaces de buscar y encontrarnos con Jesús, para transformar plenamente nuestra vida.

Buena Pascua.