Viernes 19 de diciembre. Cuento de Navidad.

Cuento de Navidad

Era la noche de Navidad. Un ángel se apareció a una familia rica y le dijo a la dueña de la casa:

- Te traigo una buena noticia: esta noche el Señor Jesús vendrá a visitarte a tu casa.
La señora quedó entusiasmada: Nunca había creído posible que en su casa sucediese este milagro. Trató de preparar una cena excelente para recibir a Jesús. Encargó pollos, conservas y vino importados. De repente sonó el timbre. Era una mujer mal vestida, de rostro sufrido, con el vientre hinchado por un embarazo muy adelantado.
- Señora, ¿no tendría algún trabajo para darme? Estoy embarazada y tengo mucha necesidad del trabajo.
-¿Pero esta es hora de molestar? Vuelva otro día, respondió la dueña de la casa. Ahora estoy ocupada con la cena para una importante visita.
Poco después, un hombre, sucio de grasa, llamó a la puerta.
- Señora, mi camión se ha averiado aquí en la esquina. ¿Por casualidad no tendría usted una caja de herramientas que me pueda prestar?
La señora, ocupada como estaba limpiando los vasos de cristal y los platos de porcelana, se irritó mucho:
- ¿Usted piensa que mi casa es un taller mecánico? ¿Dónde se ha visto importunar a la gente así? Por favor, no ensucie mi entrada con esos pies inmundos.
La anfitriona siguió preparando la cena: abrió latas de caviar, puso champaña en el refrigerador, escogió de la bodega los mejores vinos, preparó unos coctelitos.
Mientras tanto alguien afuera batió las palmas. Será que ahora llega Jesús, pensó ella emocionada y con el corazón acelerado fue a abrir la puerta. Pero no era Jesús. Era un niño harapiento de la calle.
- Señora, deme un plato de comida.
-¿Cómo te voy a dar comida si todavía no hemos cenado? Vuelve mañana, porque esta noche estoy muy atareada.
Al final, la cena estaba ya lista. Toda la familia emocionada esperaba la ilustre visita. Sin embargo, pasaban las horas y Jesús no aparecía. Cansados de esperar empezaron a tomar los coctelitos, que al poco tiempo comenzaron a hacer efecto en los estómagos vacíos y el sueño hizo olvidar los pollos y los platos preparados.
A la mañana siguiente, al despertar, la señora se encontró , con gran espanto frente a un ángel.
- ¿Un ángel puede mentir? Gritó ella. Lo preparé todo con esmero, aguardé toda la noche y Jesús no apareció. ¿Por qué me hizo esta broma?
- No fui yo quien mentí, fue usted la que no tuvo ojos para ver, dijo el ángel. Jesús estuvo aquí tres veces, en la persona de la mujer embarazada, en la persona del camionero y en el niño hambriento. Pero usted no fue capaz de reconocerlo y de acogerlo.



(Frei Betto, A Comunidad de fe. Catecismo popular, Sao Pulo, 1989, pp 50-52) 




Apaguemos las luces del mundo



Apaguemos las luces del mundo, para que allá al fondo,
en la oscuridad de la vida, amanezca la estrella
¿Qué tengo que ver yo contigo, Señor? –dice la estrella a Dios-
Tendrás mucho que ver, 
si guías a los hombres al que es Salvación.
Encendamos pues, hermanos, la estrella de la fe;
dejémonos guiar y seducir por ella
su resplandor nos dejará cara a cara con Cristo
¡Luce! ¡Brilla en lo más alto divina estrella!
Para que, mirándote a ti, sólo a ti
no vea ni descubra a nadie que no sea sino Dios.
Apaguemos, apaguemos las luces del mundo,
todo que distorsiona nuestras miradas
aquello que distrae nuestro buscar al Señor
Viene el Señor y, lo bueno de todo,
es que viene pequeño, humilde y humanado
El Dios que tanto habló a los reyes y a los profetas
en Belén, en esta hora misteriosa,
no silabea, no dice nada…pero lo dice todo: AMOR
Amor por el hombre: y baja del cielo
Amor por el hombre: y nace en la tierra
Amor por el hombre: y gime en un portal
Escuchad, hermanos, escuchad:
son los ángeles que anuncian la gran noticia
a un mundo que, hoy como entonces,
a Dios le cuesta acoger y recibir
Son los ángeles quienes, con trompetas afinadas
con diapasón angelical
nos marcan el sendero que conduce hasta Belén
¡Vayamos! ¡Corramos! ¡Nos postremos ¡ ¡Adoremos!
Apaguemos las luces del mundo
porque, las luces artificiales,  frente al lucero divino,
no son nada y nos alejan de Dios
Javier Leoz




Fuente: http://reflejosdeluz11.blogspot.com.es/2011/11/apaguemos-las-luces-del-mundo.html


Jueves 18 de diciembre. Sigue su luz.

Todas las ciudades quieren presentar un aspecto brillante e iluminado en Navidad. La luz es fundamental en estos días. También para nosotros el Adviento y la Navidad son momentos apropiados para compartir nuestra luz, para aportar a otros alegría, esperanza, ilusión.
Estos dos textos nos proponen compartir lo que somos y lo que tenemos. El primero es del Evangelio de Mateo, y dice así:
En aquel tiempo, Jesús, bordeando el lago de Galilea, subió al monte y se sentó en él. Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los echaban a sus pies, y él los curaba.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Me da lástima de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen en el camino».
Y el segundo, del Papa Francisco, nos propone:
Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo. Si algo debe inquietarnos santamente y preocupar nuestra conciencia, es que tantos hermanos nuestros vivan sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sentido y de vida. Más que el temor a equivocarnos, espero que nos mueva el temor a encerrarnos […] en las costumbres donde nos sentimos tranquilos, mientras afuera hay una multitud hambrienta y Jesús nos repite sin cansarse: «¡Dadles vosotros de comer!».
Papa Francisco, Evangelii Gaudium, 49



¿Qué luz puedo aportar en esta Navidad?

Oración:
Cristo Jesús, Maestro bueno,
Que tu presencia inunde por completo mi ser 
y tu imagen se marque a fuego en mis entrañas, 
para que pueda yo vivir reproduciendo tu Imagen en mí…

Quiero pensar como Tú pensabas, 
hablar como Tú hablabas, 
tener tus sentimientos y compartir tu amor.

Que pueda yo, como Tú, servir y no ser servido; 
olvidarme de mí y ser aliento y esperanza 
para mis compañeros de camino…

Que sea yo, a la luz de tu presencia, 
sensible y misericordioso; 
paciente, manso y humilde; 
sincero y veraz.

Sé Tú: Mi Luz, mi Guía, mi Fuerza, 
mi Camino, mi Vida, mi Maestro. 
AMEN


Miércoles 17 de diciembre. Canción de Navidad.

Hay muchas Navidades distintas. Como hay muchas vidas: afortunadas, alegres, tristes, imposibles... Y sin embargo, la Navidad nos habla de amor que se reparte y se comparte. Un amor que viene de Dios, y que si no llega a todos...no tiene sentido.

Esta canción nos recuerda que no podemos vivir estos días al margen de los que sufren...

El fin de año huele a compras,
enhorabuenas y postales
con votos de renovación; 
y yo que sé del otro mundo 
que pide vida en los portales, 
me doy a hacer una canción. 
La gente luce estar de acuerdo, 
maravillosamente todo 
parece afín al celebrar. 
Unos festejan sus millones, 
otros la camisita limpia 
y hay quien no sabe qué es brindar. 

Mi canción no es del cielo, 
las estrellas, la luna, 
porque a ti te la entrego, 
que no tienes ninguna. 

Mi canción no es tan sólo 
de quien pueda escucharla, 
porque a veces el sordo 
lleva más para amarla. 

Tener no es signo de malvado 
y no tener tampoco es prueba 
de que acompañe la virtud; 
pero el que nace bien parado, 
en procurarse lo que anhela 
no tiene que invertir salud. 

Por eso canto a quien no escucha, 
a quien no dejan escucharme, 
a quien ya nunca me escuchó: 
al que su cotidiana lucha 
me da razones para amarle: 
a aquel que nadie le cantó. 

Mi canción no es del cielo, 
las estrellas, la luna, 
porque a ti te la entrego, 
que no tienes ninguna. 

Mi canción no es tan sólo 
de quien pueda escucharla, 
porque a veces el sordo 
lleva más para amarla.

Silvio Rodríguez



Al concluir el vídeo podemos hacer un momento de silencio, recordando a tantas personas que estos días seguirán viviendo con dificultades. También recordamos que aún podemos colaborar con la Campaña de Navidad, trayendo alimentos no perecederos y dejándolos en las cestas de la entrada del colegio. De esa manera podemos expresar nuestra solidaridad con los más necesitados del entorno.

MARÍA, AUXILIADORA DE LOS CRISTIANOS...

Martes 16 de diciembre. ¿Qué Navidad?

Hablamos mucho de Navidad, pero seguro que no todos entendemos lo mismo por esa palabra. ¿A qué Navidad nos referimos? Tal vez tenga razón una campaña publicitaria que estamos viendo estos días, y que dice algo así como: "La Navidad nos desamuebla la cabeza..."

Os propongo que veamos este vídeo y pensemos por un momento en qué es realmente lo importante en nuestra vida, en nuestra familia, con nuestros amigos. Si sólo pudiéramos pedir un regalo desde lo más profundo de nuestro corazón... ¿qué pediríamos? 


Después de ver el vídeo podemos dejar un momento de silencio y recordar la pregunta anterior: ¿qué pediríamos realmente, a nuestra familia, a nuestros amigos, a Dios? Si alguien quiere puede compartirlo brevemente. Para terminar rezamos esta oración:

Lo más importante

Lo más importante no es:
Que yo te busque,
sino que tú me buscas en todos los caminos. (Gen 3, 9)
Que yo te llame por tu nombre,
sino que el mío está tatuado en la palma de tu mano. (Is 49, 16)
Que yo te grite cuando me faltan las palabras,
sino que tú gimes en mí con tu grito. (Rm 8, 26)
Que yo tenga proyectos para ti,
sino que tú me invitas a caminar contigo hacia el futuro. (Mc 1, 17)
Que yo te comprenda,
sino que tú me comprendas en mi último secreto. (1 Cor 13, 12)
Que yo hable de ti con sabiduría,
sino que tú vives en mi, y te expresas a tu manera. (2 Cor  4, 10)
Que yo te ame con todo mi corazón y todas mis fuerzas,
sino que tú me amas con todo tu corazón y todas tus fuerzas. (Jn 13, 1)
Que yo trate de animarme y planificar,
sino que tu fuego arde dentro de mis huesos. (Jer 20, 9)
Porque, ¿cómo podría yo buscarte, llamarte, amarte...
si tú, no me buscas, llamas y amas primero?
El silencio agradecido es mi última palabra,
y mi mejor manera de encontrarte.

Benjamín G. Buelta, sj 
(oración tomada de http://www.pastoralsj.org)

Lunes 15 diciembre. Ven Señor Jesús, porque sin ti...

Hoy comenzamos la última semana de clase antes de las vacaciones de Navidad. Nos vamos acercando a esa fiesta tan entrañable para todos, y seguimos preparándonos para el acontecimiento  de la venida de Jesús durante este Adviento. 

Esta canción y estas imágenes nos invitan a hacer un momento de reflexión y oración, y a descubrir los motivos por los que es importante que venga Jesús a nuestras vidas. Al escucharla podemos tratar de quedarnos con alguna de las razones que aparecen en la canción, y al final si alguien quiere puede compartirla.


Ven Señor Jesus 
Porque sin ti ya no hay paisaje 
Ven Señor Jesus 
porque sin ti no hay melodias 
Ven Señor Jesus 
porque sin ti no encuentro paz en nada 
sin ti mis ojos no brillan 
la vida es poca cosa sin ti 
sin ti, sin ti, sin ti, 
la vida es poca cosa 

Ven Señor Jesus 
ven pronto a mi vida 
ven pronto Señor 
ven pronto 
porque sin ti yo no quiero la vida 
ya no canto con alma 
ya mis manos no sirven 
ya no esucho latidos 
ya no abrazo con fuerza 
mi corazon no se ensancha 
mi sonrisa no es plena 
y todo sin ti 
nada vale la pena 
porque sin ti ya no me llena nada 

porque sin ti todo suena vacio 
sin ti todo me deja tristeza 
porque sin ti yo no respiro hondo 
porque sin ti todo me cansa 
porque sin ti me falta todo 
y me sobra todo 
todo sin ti 

Ven Señor Jesus 
Ven pronto a mi vida 
Ven pronto Señor 
ven pronto 

porque sin ti 
no me importa mi hermano 
no me importa el que sufre 
porque sin ti 
mi corazon es de piedra 
a quien todo resvala 
acostumbrada a los pobres 
acomodada a su casa 
sin jugarse la vida 
sin gastarla por nada 
sin gastarla por nada 

Ven Señor Jesus 
ven pronto a mi vida 
ven pronto Señor 
ven pronto 




¿Crees que es importante que venga Jesús a tu vida? 
¿Por qué?

Hoy, 15 de diciembre, tenemos también un recuerdo especial para una salesiana que supo esperar a Jesús viviendo plenamente lo más importante: el amor a Dios y el amor desinteresado y gratuito a los últimos de la sociedad. Me refiero a la Beata Eusebia Palomino, en el aniversario de su nacimiento el 15 de diciembre de 1899. (Su fiesta la celebraremos en febrero, pero ahora su ejemplo nos anima a vivir mejor el Adviento y a ser solidarios con quienes nos necesitan).

Viernes 12 de diciembre. Jesús está contigo.

Jesús viene una vez más, y eso nos produce alegría. Todos nosotros somos portadores de alegría. ¿Cómo podéis transmitir esa alegría en el colegio, en vuestra familia, con vuestras amistades?

Dialogamos durante unos minutos con los alumnos. Después todos rezamos la siguiente oración:

ESTOY CONTIGO

Estoy aquí, junto a ti;
he nacido en la pobreza y en la humildad,
he venido en la sencillez, y estoy aquí para quedarme contigo.
¿Ya sabes qué lugar de tu corazón me vas a regalar?
Hace tiempo que camino a tu lado y voy dentro de ti,
pero en esta Navidad vengo a quedarme en tu vida.
¿Por qué me tienes aquí, oculto, algo escondido?
Soy la meta de tus caminos. Lloro tus lágrimas. Soy tu alegría.
Estoy contigo cuando te sientes perdido. He sufrido tu miedo.
Mi amor se ha hecho tu prisionero. Estoy en tu necesidad, en tus caídas.
Al nacer abracé todos tus días y tus noches.
Me he metido en la aventura de tu vida, me he hecho tu hermano.
Estoy aquí. ¡pronto será Navidad!
Quiero decírselo a los demás pero ¿cómo?
Tú me llamas a hablar de ti desde mi propia vida ¡Gracias Jesús!




Fuente: reflejosdeluz.net

Jueves 11 de diciembre. Juan Bautista.

Hoy reflexionamos sobre la figura de Juan Bautista. ¿Sabéis quién es? ¿Era pariente de Jesús? ¿Qué hacía?

Veamos el papel de Juan el Bautista:
Preparar los caminos del Señor, anunciar la Buena Noticia, es el papel de Juan y el que nos exhorta a que nosotros desempeñemos.Hoy, este papel no es más sencillo que en los tiempos de Juan y nos incumbe a cada uno de nosotros. 

El martirio de Juan tuvo su origen en la franca honestidad con que denunció el pecado. Juan Bautista anunció al Cordero de Dios. Fue el primero que llamó así a Cristo.
 

"Porque él saltó de alegría en el vientre de su madre, al llegar el Salvador de los hombres, y su nacimiento fue motivo de gozo para muchos. Él fue escogido entre todos los profetas para mostrar a las gentes al Cordero que quita el pecado del mundo. Él bautizó en el Jordán al autor del bautismo, y el agua viva tiene desde entonces poder de salvación para los hombres. Y él dio, por fin, su sangre como supremo testimonio por el nombre de Cristo".

Hacemos un momento de silencio reflexionando sobre el texto. Lo comentamos juntos.
  
Fuente: aciprensa.

Miércoles 10 de diciembre. El mejor regalo.

El mejor regalo de Navidad
En 1994, dos americanos respondieron a una invitación del Departamento de Educación Rusa, para enseñar moral y ética (basado en principios bíblicos) en las escuelas públicas. Fueron invitados a enseñar en prisiones, negocios, departamentos de bombero y policía, y en un inmenso orfanato. Alrededor de 100 niños y niñas que habían sido abandonados, abusados, y dejados en cargo de un programa del gobierno, estaban en este orfanato. Ellos relatan esta historia en sus propias palabras.
Se acercaban los días de fiestas Navideñas, 1994, tiempo para que nuestros huérfanos escucharan por primera vez, la historia tradicional de Navidad. Les contamos como María y José llegaron a Belén. No encontraron albergue en la posada y la pareja se fue a un establo, donde nació el niño Jesús y fue puesto en un pesebre.
Durante el relato de la historia, los niños y los trabajadores del orfanato estaban asombrados mientras escuchaban. Algunos estaban sentados al borde de sus taburetes, tratando de captar cada palabra. Terminando la historia, le dimos a los niños tres pequeños pedazos de cartulina para que construyeran un pesebre. A cada niño le dimos un pedazo de papel cuadrado cortados de unas servilletas amarillas, que yo había traído conmigo pues no habían servilletas de colores en la cuidad.
Siguiendo las instrucciones, los niños rasgaron el papel y colocaron las tiras con mucho cuidado en el pesebre. Pequeños pedazos de cuadros de franela, cortados de un viejo camisón de dormir que había desechado una señora Americana al irse de Rusia, fue usado para la frazada del bebé. Un bebé tipo muñeca fue cortado de una felpa color canela que habíamos traído de los Estados Unidos.
Los huérfanos estaban ocupados montando sus pesebres, mientras yo caminaba entre ellos para ver si necesitaban ayuda. Parecía ir todo bien hasta que llegue a una de las mesas donde estaba sentado el pequeño Misha. Lucía tener alrededor de 6 años y ya había terminado su proyecto. Cuando miré en el pesebre de este pequeño, me sorprendió ver no uno, pero dos bebés en el pesebre. Enseguida llame al traductor para que le preguntara al chico porque había dos bebés en el pesebre. Cruzando sus brazos y mirando a su pesebre ya terminado, empezó a repetir la historia muy seriamente.
Para ser un niño tan pequeño que solo había escuchado la historia de Navidad una vez, contó el relato con exactitud… hasta llegar a la parte donde María coloca el bebé en el pesebre. Entonces Misha empezó a agregar. Inventó su propio fin de la historia diciendo, " y cuando María colocó al bebé en el pesebre, Jesús me miró y me preguntó si yo tenía un lugar donde ir. Yo le dije, "no tengo mamá y no tengo papá, así que no tengo donde quedarme. Entonces Jesús me dijo que me podía quedar con El. Pero le dije que no podía porque no tenía regalo para darle como habían hecho los demás. Pero tenía tantos deseos de quedarme con Jesús, que pensé que podría darle de regalo. Pensé que si lo pudiera mantenerle caliente, eso fuera un buen regalo.
Le pregunté a Jesús, " Si te mantengo caliente, sería eso un buen regalo?"Y Jesús me dijo, "Si me mantienes caliente, ese sería el mejor regalo que me hayan dado". Así que me metí en el pesebre, y entonces Jesús me miró y me dijo que me podría quedar con El… para siempre."Mientras el pequeño Misha termina su historia, sus ojos se desbordaban de lágrimas que les salpicaban por sus cachetes. Poniendo su mano sobre su cara bajo su cabeza hacia la mesa y sus hombros se estremecían mientras sollozaba y sollozaba. El pequeño huérfano había encontrado alguien que nunca lo abandonaría, alguien que se mantendría con el... PARA SIEMPRE. Gracias a Misha he aprendido que lo que cuenta, no es lo que uno tiene en su vida, sino, a quién uno tiene en su vida. No creo que lo ocurrido a Misha fuese imaginación. Creo que Jesús de veras le invitó a estar junto a El PARA SIEMPRE. Jesús hace esa invitación a todos, pero para escucharla hay que tener corazón de niño.

Hoy también recordamos que durante estos días realizamos la “Operación Kilo” de Navidad. El objetivo es poder ayudar a las familias de nuestro colegio que están pasando una mala situación económica. Lo único que debemos aportar es un kilo de algo. Veréis unas cestas repartidas en el colegio donde pondremos aquello que traigamos. Después se harán bolsas con una variedad de alimentos para poder repartirlas a las familias.

Muchas gracias por vuestra colaboración y solidaridad.