El mes de enero en las casas salesianas es un mes especial de recuerdo de Don Bosco. El día 31 de este se celebra su festividad.
Seguro que muchos ya sabéis muchas cosas de él. Los que llevan muchos años en el colegio son "expertos" en Don Bosco, aunque luego se nos olviden cosas o crucemos historias. Pero en el colegio también hay gente nueva que no conoce tanto.
Vamos a ver un vídeo que repasa rápidamente su biografía.
Tras ver el vídeo piensa en las dos cosas que más te hayan llamado la atención, y el profesor os puede indicar cómo compartirlas entre todos.
Hay gente loca en el mundo. ¡Hay mucha gente loca en el mundo! Y hoy te vengo a presentar a alguno de ellos.
Seguro que alguna vez has oído la diferencia entre la gallina y el cerdo; la primera da una parte de sí, mientras que el segundo se implica totalmente.
Esta es la filosofía de tantas personas en nuestro mundo, de tantas personas que te rodean. Hoy te presento a alguna de ellas
Video testimonios:
“De locos va la cosa”
¿Habías pensado alguna ves que hay personas como tú y como yo que un día sienten algo especial y deciden seguir radicalmente a Jesús? De seguro conocerás a alguna salesiana de tu cole, quizás a algún salesiano… Son personas normales a las que el Señor escoge. Sí, sí… así tal cual. ¿Alguna vez le has preguntado por cómo va ese “rollo” de la llamada? Te invito a que en algún momento lo hagas, ¡No te quedes con la curiosidad!
Pero no solo… entre estos locos que te he presentado hay jóvenes que dedican su tiempo libre a estar entre los niños y jóvenes cada fin de semana en el oratorio y centro juvenil, como Alicia, Felipe y Esmeralda. ¡Su tiempo libre! Una locura. O peor aún, Raquel, que este verano decidió irse a Paraguay 2 meses a servir en lo que hiciera falta entre los más pobres.
O Personas que mediante la vocación de salesiano cooperador se comprometen a seguir las huellas de Don Bosco en el carisma salesiano allí donde estén; desde su trabajo, su voluntariado, su profesión… como María y Diego.
¡TODOS estos son los locos de Dios! Aquellos que se implican… Aquellos que abren los ojos al mundo y que con su vida quieren aportar un granito de arena. Aquellos que siguen al LOCO con mayúsculas que es Jesús.
Como ves, hay muchos modos de seguirle…Hoy te he presentado tan solo algunos… ¿Te has preguntado en qué locura te sueña Dios? ¡Ánimo merece la pena estar loco!
Ayer hablamos de Domingo Savio. Domingo era un niño muy bueno y piadoso al que Don Bosco ayudó a centrar la santidad en la alegría y hacer el bien a sus compañeros. Sin embargo en el oratorio había muchos chicos diferentes. Otro de los que ponía Don Bosco era Miguel Magone. Vamos a leer un fragmento de la historia en la que Don Bosco hablaba del encuentro con él.
Tenía que esperar más de una hora a que llegara el tren para volver a Turín. Mientras esperaba, un grupo de muchachos llamó mi atención: jugaban, gritaban, nos estaban volviendo locos a todos los pasajeros que andábamos por allí. Los gritos: ¡Espera! ¡Agarra a ese! ¡Dale! ¡Píllalo!... llegaban perfectamente hasta nosotros… Entre todas las voces había una voz que se escuchaba mucho más que todas las demás. Parecía como la voz de un capitán, al que todos obedecían y seguían…
Me entró una enorme curiosidad por saber quién podría dirigir a un grupo tan movido de chavales. Viendo que, estaban todos en una piña, me acerqué y me situé entre ellos… Todos se apartaron (ver a un cura con sotana irrumpir en sus historias…), todos menos él. Él avanzó hacia mí con actitud chulesca y me dijo un poco subidito de tono:
- ¿Quién es usted para meterse en nuestras historias?
- Soy un amigo tuyo.
- ¿Y qué quiere?
- Pues, si no os importa, me gustaría que me dejaseis jugar y divertirme con vosotros.
- Pero, ¿quién es usted? No lo conozco.
- Ya te he dicho. Un amigo tuyo. Y tú, ¿quién eres?
- ¿Qué quién soy? Pues, Miguel Magone – añadió con voz sonora y firme – el líder de esta panda.
Entretanto, el resto de muchachos fueron incorporándose a nuestra conversación. Los saludé y seguí charlando con Magone.
- Querido Magone, ¿cuántos años tienes?
- Trece.
- ¿Vas a confesarte alguna vez?
- Pues sí, dijo riéndose.
- ¿Aprendes algún oficio?
- Sí, hombre… el de no hacer nada.
- Pero, algo estarás haciendo, ¿no?
- Bueno, voy al colegio…
- ¿Vive tu padre?
- No, murió
- ¿Y tu madre?
- Sí… la pobre trabaja todo el día para intentar darnos de comer a mí y a mis hermanos. ¡La traemos por la calle de la amargura!
- Y, ¿qué piensas hacer más adelante, en tu futuro?
- Algo tendré que hacer… pero todavía no tengo ni idea.
La verdad es que parecía un chico muy sensato y sus palabras me hicieron ver el peligro que corría si seguía en esta línea… Pero también me daba cuenta de que a un muchacho con esa capacidad, tan vital, si se le echaba una mano, podría dar mucho de sí…
- Querido Magone, ¿no serías capaz de dejar esta vida de vago y ponerte a aprender un oficio o a estudiar?
- ¡Claro que sería capaz! No me mola nada esta vida que llevo… Tengo amigos que están en la cárcel y me temo que lo mismo me pueda pasar a mí… Pero, ¿qué quiere usted que haga? Mi padre murió, mi madre no tiene pasta… No hay quien me pueda ayudar…
Miguel Magone, era un chico con dificultades que supo aprovechar la oportunidad que le dio Don Bosco para cambiar. Ya en el oratorio se convirtió en un ejemplo para sus compañeros y les ayudó a comportarse bien y ser buenos estudiantes.
En nuestra vida se nos dan muchas oportunidades para cambiar, para mejorar, para hacer el bien, para ayudar a los demás. En ocasiones no confiamos de quienes nos dan oportunidades o preferimos ser pasivos y no hacer algo bueno.
Ojalá sepamos seguir el ejemplo de jóvenes como Domingo Savio y Miguel Magone para cada día seguir creciendo, haciendo el bien y ayudando a los demás.
Hoy nos detenemos en algunas características de nuestro cole.
La parábola del Buen Pastor es una de las parábolas que mejor definen el ambiente salesiano. Los educadores en una casa salesiana, son pastores “alerta” entre los jóvenes, para acompañar a estos en esos momentos difíciles en los que se puedan perder del camino a seguir. Todo lo programado busca ese fin. Debes sentirte afortunado por haber tenido la oportunidad de educarte en una Casa Salesiana, siempre tendrás sus puertas abiertas y como decía Don Bosco, cualquier chico que entra en una casa salesiana ya está bajo la protección de María Auxiliadora.
En los Centros Salesianos a los profesores nos gusta que nos llamen educadores, porque además de transmitir unos conocimientos técnicos, también tenemos como objetivo educar. En la Formación Profesional, por ejemplo, además de evaluar la competencia técnica se evalúa la competencia socio-personal. Para las empresas es tan importante que un alumno tenga conocimientos técnicos, como que sea una buena persona…
Para educar es necesario poner el corazón, Don Bosco lo repetía a sus salesianos continuamente, así veía él la educación . Su mirada era con el corazón. Los educadores que van a estar con vosotros este curso han puesto su corazón y lo mejor de cada uno de ellos para que la mirada de D Bosco siga presente en el colegio…
Veamos la importancia de educar en el corazón.
ORACIÓN
Dios te salve, María, llena eres de gracia
el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. AMÉN
María Auxiliadora de los Cristianos. Ruega por nosotro
Ya llevamos una semana de clases y parece que vamos cogiendo ritmo, poco a poco, sin prisas eh? que todavía queda mucho para Navidad. O para el primer puente. Seguro que muchos ya habéis mirado el calendario en busca de él...
Esta semana vamos a recordar lo que significa ser alumno de un colegio salesiano, estar, como decía un alumno mío hace años a una casa de D Bosco y M Mazzarello porque en este caso no los puedo separar. Él vino de Perú y me contaba que su mamá quería que estudiara en un colegio de D Bosco, que era lo más importante para ella. A mí me sorprendió mucho pero me encantó. Cuando conocí a su madre me decía que las casas salesianas son especiales, que los niños se sienten a gusto, que se sienten queridos, que se habla con ellos... y muchas cosas más que me hicieron sentirme cercana a esa mujer que acababa de conocer.
D. Bosco y M Mazarello querían eso: que sus alumnos, que sus muchachos y muchachas se sintieran "como en casa" y parece que eso depende de todos nosotros. Por eso os invito a que este año hagáis de nuestro colegio una casa donde todos nos encontremos a gusto. Que nos cuidemos como una gran familia, que cuidemos el cole como nuestra casa, que celebremos las fiestas con la alegría y el entusiasmo que nos caracteriza. Todos educadores, alumnos, personal de administración y servicios... hemos recibido la antorcha el año pasado y este año se nos invita a mirar el mundo "con otra mirada" ¿Qué tal si empezamos con la de D Bosco y M Mazzarello?
Os dejo un vídeo que dice algo de esto. Seguro que algunos ya lo habéis visto, pero resume bien las ideas que os he querido trasmitir.
¿Habéis sacado un ratito para pensar en los buenos días de
ayer? ¿Ya sabéis cuándo podéis dar testimonio o ser testigos en vuestro día a
día? Por si acaso todavía no lo acabáis de tener claro os vamos a contar
algunas cosas más sobre ello.
Son muchas las veces que hemos escuchado o nos hemos incluso
preguntado: “¿por qué unos han visto a Jesús y otros no?”. Los amigos de Jesús
recibieron una misión especial, la de ser TESTIGOS
de su muerte y, especialmente, de su resurrección. Jesús no se manifestó a todo
el mundo después de resucitar sino a todos aquellos hombres que había escogido
para que fuesen sus testigos. Así, Él se aseguraba que ellos contarían todo
desde la experiencia personal vivida junto a Él desde sus inicios.
En los colegios salesianos tenemos la oportunidad de tener un
momento cada mañana para: aprender algo nuevo, pensar sobre nosotros mismos o
los demás, rezar por una causa u otra que sobre la marcha se nos ocurra… ¿En
definitiva? Para acercarnos de este sencillo modo un poco más a Dios y con
ello, ser algo mejores cada día. Tenemos que estar convencidos de todo cuanto
hacemos o decimos pues son nuestras acciones las que nos definen. Es importante
ser consecuentes de ello en todo momento. Desde el cole, todos vuestros
educadores, estamos plenamente convencidos que estos momentos de: oración,
celebraciones, Eucaristías, convivencias, graduaciones u orlas, fiestas en el
teatro o en el patio… no han pasado por alto. Pensadlo. Seguro que al menos
alguna razón encontráis para ser testigos de la alegría que es necesaria
compartir. ¡Porque eso es ser testigos! Compartir los buenos momentos vividos
con todas aquellas personas que por un motivo u otro no han estado presentes en
ellos.
Os invitamos a compartir en voz alta algún momento que hayáis
vivido con intensidad, que haya supuesto para vosotros un antes y un después,
que os haya marcado. Y os animamos a compartidlo sin miedo. Quizá lo que estás
pensando también lo piensa la persona que tienes al lado o la que se sienta
detrás en clase o ¡uno de tus profes! Es una oportunidad de hacerlo, de no
quedarte con ello dentro. ¿Y si no hubiera otra ocasión para poderlo compartir?
De nada sirve sentir cosas buenas si no se comparten.
(Se dejan unos minutos…)
Concluimos este momento con la breve lectura del Evangelio de
Juan:
“Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan:
este venía como testigo, para dar testimonio de la luz,
para que todos creyeran por medio de él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz”
María, auxiliadora de los cristianos… Buenos días elaborados por M.Isabel Mota
Este año volvemos a celebrar la fiesta de M Auxiliadora y quiero comenzar la semana recordando por qué es tan importante para los colegios salesianos. Os cuento la historia
Don
Bosco y el nombre de María Auxiliadora estaban hechos el uno para el otro. Pero
tardaron en encontrarse.
La historia empezó una noche
de 1824. En una casa campesina del Piamonte, a unos 50 km de Turín, un niño de
9 años sueña, y sueña grandes cosas. Se ve a sí mismo rodeado de chicos
abandonados, que se pelean entre ellos. Una misteriosa señora le dice que tiene
que dedicar su vida a estar entre esos chicos, y que ella le ayudará.
Años
más tarde, ese chico, que se llama Juan Bosco, es ordenado sacerdote. Vive
marcado por aquel sueño. Recorre las calles de la ciudad industrial de Turín,
que entre otras cosas fabrica montones de chicos que andan perdidos por esas
mismas calles. Muchos acaban en la cárcel. Don Bosco se hace su amigo, los
cuida, los recoge…
Don
Bosco echa mano de toda la ayuda que puede. Ahora ya sabe quién era aquella
señora del sueño, la Virgen María. Al principio no habla de María Auxiliadora.
Prefiere hablar deNuestra Señora de la Consolata,
que era patrona de Turín. Después, hacia 1850, la llamaráInmaculada.
Al final, da con el nombre de su Virgen. Se llamará Auxiliadora, porque sus
jóvenes necesitan toda la ayuda del mundo… y del Cielo .
En 1856, cuando muere Mamá Margarita, que era la madre de Don Bosco, él se
dirige con estas palabras a María Auxiliadora: “Ni yo ni mis jóvenes tenemos ya
madre en esta tierra. ¿Quieres ser tú nuestra madre?”
Y
parece que Ella aceptó la invitación. 30 años después, cuando ya es un
viejecillo sin fuerzas, Don Bosco preside la Eucaristía en el Santuario de
María Auxiliadora, presidido por una imagen de la Virgen. Se echa a llorar
varias veces y los que están a su lado le oyen decir: “Ella lo ha hecho todo, ella lo ha
hecho todo…” Desde entonces, el nombre de María Auxiliadora y
el de Don Bosco van unidos. Por eso celebramos cada año su fiesta.
Ya veis que estar en un colegio salesiano y celebrara a maría Auxiliadora tiene mucho sentido ¿verdad? Pues comencemos la semana como si estuviéramos de fiesta, con alegría, con la seguridad de saber que la virgen nos cuida desde el cielo como a sus hijos.
El pasado sábado, 24 de enero, se celebró la festividad de San Francisco de Sales, hoy lo tenemos presente por su importancia dentro de la vida de Don Bosco. San Francisco de Sales fue un santo francés que desarrolló la tarea de obispo de Ginebra. Don Bosco se fijó en el por ser un ejemplo de dulzura y amabilidad, valores que quería potenciar en sí mismo, para contrarrestar su genio, y también lo quería de ejemplo para sus compañeros. Por todo ello cuando decide fundar una congregación lo elige como patrono y pone el nombre de salesianos. Aquí tenemos algunas frases de este santo:
Se aprende a hablar, hablando. A estudiar, estudiando. A trabajar, trabajando. De igual forma se aprende a amar, amando.
Ten paciencia con todas las cosas, pero sobre todo contigo mismo.
Reprender a los demás es muy fácil, pero es muy difícil mirarse bien a sí mismo.
Un santo triste es un triste santo
Antes de juzgar al prójimo pongámoslo a él en nuestro lugar y a nosotros en el suyo, y a buen seguro que será entonces juicio recto y caritativo
Fíjate en alguna de las frases y piensa si en tu vida la dulzura, la paciencia y la alegría están presentes. Se puede comentar en clase cuál es la frase que más nos llama la atención y la razón.