Buenos días,
Hoy vamos a pensar en los obstáculos que impiden la realización de nuestra vocación.
¿Por qué somos tan cobardes y tenemos tan poca voluntad?
¿Por qué nos cuesta tanto dar testimonio del amor de Dios a los hombres para transformar el mundo?
Veamos este vídeo para discernir nuestra respuesta.
Nuestro mundo se caracteriza por algunas palabras clave: prisa, eficacia, ambición, consumismo... La
felicidad está siempre en la conquista de lo exterior, de una imagen social y una calidad de vida que nos merecemos por el fruto de nuestro trabajo y capacidad competitiva. Como se suele decir: “Yo soy lo que tengo y es envidiado por los demás ”. Esta ausencia de un mundo interior propio, genera angustia y vacío existencial. Jesús nos dijo: “¿De qué sirve que un hombre conquiste el mundo su pierde su propia vida?”. Lc 9,25.
El evangelio es paradójico, para Jesús perder la propia vida y entregársela a él, es ganarla... Mt 16,24-28. Evitemos caer en mundo de técnicos sin espíritu y hedonista sin corazón… y preguntémonos con Jesús:
¿Qué hace que merezca la pena mi vida?
¿Qué compromisos y qué acciones tengo que asumir, si quiero vivir con plenitud y sentido mi vida?
¿Qué cosas tengo que evitar o desvalorizar?
Recemos un Padre nuestro, para que podamos decirle sí a Dios, y sepamos ofrecerle lo que pide de
nosotros.
Buenos Días elaborados por Ricardo Esteban
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