¡Buenos días!
La lectura de este domingo es una bonita lectura, nos muestra como María que estaba ya
embarazada de Jesús se dirige a ayudar a su prima Isabel, una mujer ya mayor que
también estaba embarazada de Juan. María emprende un camino duro y costoso,
pero sabe que su prima necesita de ella, y no lo piensa dos veces y va en su ayuda.
Terminamos la semana con la misma palabra y sentimiento que empezamos
con la alegría.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas (1,39-45):
En aquellos mismos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a un a ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».
Isabel acoge a María con alegría, y dice la escritura que el niño "salta de alegría cuando se encuentra con María"
Dos mujeres llenas de esperanza y vida nueva se encuentran, dos
En un momento de silencio pídele a Dios que te ayude a ver las necesidades de los demás y salir a su encuentro. Pídele que aumente tu fe.
Sigamos acogiendo al que llega, como hizo María, Isabel...
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