Jueves 26 de Enero - Cuida de ellas, son mis hijas

Por el año 1860, Don Bosco vive entregado a sus jóvenes y a la congregación que ha fundado. Pero siente que Dios le pide más. ¿Por qué no dar respuesta también a las necesidades de las jóvenes? ¿Cómo hacer? Don Bosco se resiste; ya tiene demasiado… Necesita centrarse en lo que ha conseguido… Sin embargo siente que María, la Virgen, le dice: “Cuida de ella, son mis hijas”
En 1864 va a Mornese, de excursión con sus muchachos, invitado por un cura amigo: Domingo Pestarino. Allí conoce a María Mazzarello y a sus amigas; que trabajan por las chicas del pueblo, educándolas en la fe y en la costura. Con ellas contará para responder a lo que siente que Dios le pide.


Si nos damos cuenta, Don Bosco fue imparable. En su madurez siguió arriesgando y dando la vida. Nunca dejó de complicarse para ayudar a los jóvenes. Todo es muestra de una vida entregada, llena de confianza y dispuesta a dar, como decía él: “hasta mi último aliento será para mis pobres jóvenes”.

Buenos días

Buenos días elaborados por Conchi Muñoz

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