Miércoles 10 de diciembre de 2025

 Buenos días ayer hablamos de dos cosas muy importantes: la Inmaculada y la campaña de recogida de alimentos que comenzamos, ¿te acuerdas?

Hoy queremos que cada uno de nosotros piense durante unos instantes la respuesta a esta pregunta: y para mí, ¿Qué es importante hoy?

Tras este breve tiempo de silencio, vamos diciendo en voz alta eso que para mí hoy es importante, que me preocupa, que me inquieta, o aquello que me gustaría compartir porque es bueno, bonito, alegre...

Para terminar el momento de compartir, nos damos gracias los unos a los otros. En esta semana que estamos animándonos unos a otros a compartir alimentos, ¿no es bonito también poder compartir lo que vivimos? 
                            


Feliz día



Lunes 9 de diciembre de 2025

Buenos días ya estamos en la segunda semana de adviento, es una bonita semana, que comenzamos con la fiesta de María, la Inmaculada. 
En esta semana vamos a seguir buscando las claves, esa llave de paz que es Jesús.



En esta semana comenzamos con la campaña de recogida de alimentos, sabemos que "si compartes se multiplica" no dejamos de ser portadores de esperanza para tantas familias. 

                                                    Feliz segunda semana de Adviento.




VIERNES, 5 de diciembre. ÉL ES LA LLAVE, PRÍNCIPE DE LA PAZ

 

 Prepara tu camino


Despedimos la primera semana de adviento con el evangelio del próximo domingo:

 

Evangelio según San Mateo 3, 1-12

 

Por aquel tiempo se presentó Juan el Bautista en el desierto de Judea. En su proclamación decía: “¡Convertíos a Dios, porque el reino de los cielos está cerca!”

 Juan era aquel de quien el profeta Isaías había dicho:

“Una voz grita en al desierto:

‘¡Preparad el camino del Señor;

abridle un camino recto!’”

Juan iba vestido de ropa hecha de pelo de camello, que se sujetaba al cuerpo con un cinturón de cuero; su comida era langostas y miel del monte. Gentes de Jerusalén, de toda la región de Judea y de toda la región cercana al Jordán salían a escucharle. Confesaban sus pecados y Juan los bautizaba en el río Jordán.

Pero viendo Juan que muchos fariseos y saduceos acudían a que los bautizara, les dijo: “¡Raza de víboras!, ¿quién os ha dicho que vais a libraros del terrible castigo que se acerca? Demostrad con vuestros actos que os habéis vuelto a Dios, y no os hagáis ilusiones diciéndoos: ‘Nosotros somos descendientes de Abraham’, porque os aseguro que incluso de estas piedras puede Dios sacar descendientes a Abraham. Ya está el hacha lista para cortar de raíz los árboles. Todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego. Yo, ciertamente, os bautizo con agua para invitaros a que os convirtáis a Dios; pero el que viene después de mí os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Él es más poderoso que yo, que ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Trae la pala en la mano, y limpiará el trigo y lo separará de la paja. Guardará su trigo en el granero, pero quemará la paja en un fuego que nunca se apagará.”

 


Reflexión

 

Juan el Bautista no era influencer, pero movía multitudes. ¿Por qué? Porque hablaba claro: “Convertíos”. No decía “sed perfectos”, sino “cambiad de dirección”.

En Adviento, Dios no te pide que seas otro. Te pide que te prepares. Que limpies el corazón, que endereces tus caminos, que te acerques a Él. Como cuando esperas a alguien importante en casa: ordenas, decoras, te ilusionas.

 

Así es el Adviento: una espera activa, no pasiva.

Oración

Señor Jesús,

en este tiempo de Adviento quiero preparar mi camino,

como Juan el Bautista nos enseñó.

Ayúdame a limpiar mi corazón,

a dejar lo que me aleja de Ti,

y a caminar con esperanza hacia tu luz.

Que cada día sea una oportunidad para cambiar,

para amar más, para confiar más,

para esperar con fe tu llegada.

Ven, Señor Jesús,

y haz de mi vida un lugar donde puedas nacer.

Amén.

 

JUEVES, 4 de diciembre. ÉL ES LA LLAVE, PRÍNCIPE DE LA PAZ

 

 La esperanza cristiana “promete y cumple”.

Buenos días

 

Hoy os traigo un titular cargado de esperanza:

 

León XIV explica por qué el optimismo “decepciona” mientras que la esperanza cristiana “promete y cumple”.



Resumen de la noticia: Durante una audiencia general en octubre de 2025, el Papa León XIV explicó que el optimismo humano muchas veces nos decepciona porque se basa en expectativas que no siempre se cumplen. En cambio, la esperanza cristiana se fundamenta en la certeza de que Dios acompaña y sostiene nuestra vida, incluso en los momentos difíciles. Esta esperanza no es ingenua, sino profunda, real y transformadora.

Reflexión

En el Adviento, esperamos. Pero no como quien espera que algo pase por suerte. Esperamos con sentido, porque sabemos que alguien viene: Jesús.

La noticia del Papa nos recuerda que no todo lo que deseamos se cumple. A veces, los planes fallan, las amistades duelen, los días pesan. El optimismo puede decir “todo irá bien”, pero la esperanza cristiana dice: “Dios está contigo, pase lo que pase”.

Adviento es tiempo de preparar el corazón, no solo la casa. Es tiempo de encender velas que no solo iluminan, sino que dan calor al alma:

·       Esperanza: porque Dios no falla.

·       Fe: porque creemos aunque no veamos.

·       Alegría: porque sabemos que viene algo bueno.

·       Paz: porque confiamos en su presencia.

Reflexión

¿Qué espero realmente?

¿Dónde pongo mi confianza?

¿Estoy esperando a Jesús o solo a que llegue el 24?

Que tengáis muy buen jueves!!!

 

MIERCOLES, 3 de diciembre. ÉL ES LA LLAVE, PRÍNCIPE DE LA PAZ

 

 ¡A despertar la Esperanza!


¡Buenos días a todos! Hoy no es un miércoles cualquiera, ¡estamos en el inicio del Adviento! Este es el tiempo en que la Iglesia se prepara para la Navidad, pero no solo para recordar que Jesús nació hace 2000 años, sino para prepararnos para que nazca hoy en nuestro corazón, en nuestra vida y en nuestro mundo.

El Adviento es tiempo de:

·       Esperar: Pero no esperando el autobús, sino esperando a alguien que va a llegar.

·       Vigilar: Estar atentos, con los "sensores" espirituales encendidos.

·       Ponerse las pilas: Para cambiar lo que nos aleja de la alegría.

Para empezar a sintonizar con esta "espera activa", vamos a ver un video corto que nos reta a no estar tan ocupados.



Oración

Cierra los ojos. Respira hondo. Dile a Jesús: "Aquí estoy".

Señor, esta semana inicio el Adviento. Reconozco que a veces me distraigo con mil cosas y me olvido de lo que realmente importa. Te pido la gracia de estar atento/a.

Le pedimos a la persona que mejor esperó a Jesús, que nos ayude a preparar el camino.

Dios te salve María...


MARTES, 2 de diciembre. ÉL ES LA LLAVE, PRÍNCIPE DE LA PAZ

 Enciende tu Esperanza en Adviento


¡Buenos días a todos!

Como ya dijimos ayer, estamos en el tiempo de Adviento, un tiempo de espera, pero no una espera aburrida, sino una espera llena de esperanza porque sabemos que Alguien importante está por llegar.

Pensad por un momento en tu día, en la semana que tienes por delante o en las cosas que te preocupan: exámenes, amistades, el futuro... ¿Dónde necesitas un poco de luz o de motivación?

La Esperanza no es solo desear que las cosas salgan bien; es la certeza de que Dios está actuando en nuestras vidas, incluso cuando las cosas parecen oscuras.

En Adviento, encendemos velas. Cada llama es un recordatorio de que la oscuridad no es lo único que existe. La primera vela representa precisamente la Esperanza.

Vamos a tomar un momento de silencio para pensar en qué áreas de nuestra vida necesitamos que Jesús encienda Su luz de esperanza hoy.

Ahora, vamos a encender simbólicamente esa esperanza.

En lo Personal: Piensa en algo que te esté costando o desanimando. ¿Qué te gustaría entregarle a Dios para que Él lo llene de Su Esperanza? (Ejemplos: la ansiedad por una situación, el desánimo, la dificultad en una relación, un mal hábito).

En lo Comunitario: Piensa en un lugar o una persona en tu entorno (familia, amigos, el mundo) que necesite un rayo de esperanza. ¿Por quién o por qué quieres pedir esa esperanza hoy?

El Adviento nos invita a ser parte de la espera. La mejor forma de esperar la venida de Jesús es ser más como Él ya hoy.

Hoy, ¿cómo vas a ser un signo de esperanza para alguien? Propón un compromiso pequeño y concreto: (Dejar 30 segundos para pensarlo)

·       Mandar un mensaje de ánimo a alguien que lo necesita.

·       Sonreír a la primera persona que veas triste.

·       Hacer mi tarea con más esfuerzo y alegría.

Terminamos rezando juntos la oración de la Esperanza:

Dios de la Esperanza,

te damos gracias por este nuevo día.

Que la llama de Adviento que encendemos hoy

nos recuerde que Tú vienes a renovar todas las cosas.

Ayúdanos a vivir con la fuerza de tu Espíritu

 para ser una luz de esperanza en nuestro colegio,

en nuestra casa y en el mundo,

hasta que nazcas de nuevo en nuestros corazones.

Amén.

 



LUNES, 1 de dicembre

 

Esperando su presencia en lo cotidiano


(Invitamos a los alumnos a estar en silencio, respirar profundamente y nos damos 1 minuto para empezar las Buenos días)

Buenos días,

Hoy comenzamos el Adviento, un tiempo especial para prepararnos al nacimiento de Jesús. No es solo una cuenta atrás para la Navidad, es una oportunidad para despertar nuestro corazón, renovar la esperanza y abrirnos a lo que Dios quiere hacer en nosotros.

Durante este tiempo, Jesús nos invita a estar despiertos, atentos. No solo esperando regalos o vacaciones, sino esperando su presencia en lo cotidiano: en una sonrisa, en una amistad, en ayudar a alguien, en perdonar.

Reflexión:

·       ¿Qué significa “esperar” para mí en este tiempo?

·       ¿Qué quiero preparar en mi vida para recibir a Jesús?

·       ¿Estoy dispuesto a hacer silencio, a detenerme y mirar a mi alrededor con más amor?

·       ¿Qué actitud necesito cambiar o trabajar durante este Adviento?


Hoy te voy a hacer una propuesta para empezar bien el adviento: te invito a hacer una pausa de 2 minutos durante el día. Solo 2 minutos para respirar, mirar a tu alrededor y recordar que Jesús está cerca, en lo pequeño. Y si puedes, haz una buena acción sin que nadie lo note.

 

Oración:

Señor Jesús,
Comenzamos este tiempo de Adviento con ilusión y esperanza.
Queremos prepararnos no solo por fuera, sino por dentro.
Ayúdanos a hacer silencio, a abrir el corazón,
a ser más pacientes, más amables y más generosos.
Que este tiempo no se nos pase dormidos,
sino despiertos, atentos a ti, que vienes cada día.
Ven, Señor Jesús.

Te esperamos con alegría.

Amén.

 



VIERNES, 28 de noviembre

 DIOS CUENTA CONTIGO. 


Tras toda esta semana de reflexión, hemos descubierto que la vocación es como una llave que abre nuestro camino. El lunes vimos que todos tenemos una llave que encaja. El martes descubrimos que dentro de nosotros hay un tesoro. El miércoles nos atrevimos a buscar y a confiar en Dios. Y ayer, jueves, comprendimos que la vocación nos abre siempre a los demás.
 

Hoy cerramos esta Semana Vocacional con la certeza de que Dios cuenta contigo. Él ha puesto la llave en tus manos y te invita a usarla. Lo importante no es tener ya todas las respuestas, sino confiar en que, si pedimos, buscamos y llamamos, Dios siempre responde. 

Ahora vamos a escuchar la Palabra de Dios: 

“Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca encuentra, y al que llama se le abre.” (Mateo 7, 7-8) 

 

REFLEXIÓN: 

Jesús nos recuerda que no estamos solos. Nuestra vida es un camino en el que siempre podemos pedir, buscar y llamar con confianza. La vocación no es un enigma imposible, sino una puerta que Dios abre para nosotros. Él nos llama a vivir con sentido, a descubrir nuestro lugar en el mundo, y nos asegura que nunca dejará de escucharnos. 

Hoy queremos reconocer que, tras esta semana, tenemos pistas, intuiciones, deseos, inquietudes… que son signos de la vocación que Dios va sembrando en nosotros. La llave ya está en tus manos. Solo falta confiar, girarla y abrir tu propio camino. 

  • ¿Qué he descubierto de mí mismo durante esta semana? 

  • ¿Qué palabra o momento se me ha quedado grabado en el corazón? 

  • ¿Qué puerta quiero atreverme a abrir con la llave que Dios me da? 

Después de compartir en voz alta respuestas, dejamos un momento de silencio para pensar y se puede anotar en el folio la última reflexión de la semana: 

👉 La llave que abre mi camino es… 

 

 

ORACIÓN: 
Señor Jesús, 
gracias por acompañarme durante esta semana. 
Hoy quiero confiar en Ti, 
y atreverme a abrir la puerta de mi vocación. 
Tú cuentas conmigo, 
y yo quiero contar siempre contigo. 

Amén. 

María Auxiliadora de los Cristianos… Ruega por nosotros. 


CIERRE CON UNA DINÁMICA SIMBÓLICA: 

Entregar a cada alumno una pequeña llave (anexo 1)En la llave escriben una palabra que resuma su semana (confianza, búsqueda, servicio, fe, valor, Jesús, esperanza…). Antes de pegarla, pueden compartir en voz alta su palabra y explicar brevemente por qué la han elegido.  

Las llaves se colocan en un mural con el lema central: “CONFÍA: encuentra la llave que abre tu camino – Semana Vocacional” (se puede usar el cartel).