MIERCOLES, 3 de diciembre. ÉL ES LA LLAVE, PRÍNCIPE DE LA PAZ

 

 ¡A despertar la Esperanza!


¡Buenos días a todos! Hoy no es un miércoles cualquiera, ¡estamos en el inicio del Adviento! Este es el tiempo en que la Iglesia se prepara para la Navidad, pero no solo para recordar que Jesús nació hace 2000 años, sino para prepararnos para que nazca hoy en nuestro corazón, en nuestra vida y en nuestro mundo.

El Adviento es tiempo de:

·       Esperar: Pero no esperando el autobús, sino esperando a alguien que va a llegar.

·       Vigilar: Estar atentos, con los "sensores" espirituales encendidos.

·       Ponerse las pilas: Para cambiar lo que nos aleja de la alegría.

Para empezar a sintonizar con esta "espera activa", vamos a ver un video corto que nos reta a no estar tan ocupados.



Oración

Cierra los ojos. Respira hondo. Dile a Jesús: "Aquí estoy".

Señor, esta semana inicio el Adviento. Reconozco que a veces me distraigo con mil cosas y me olvido de lo que realmente importa. Te pido la gracia de estar atento/a.

Le pedimos a la persona que mejor esperó a Jesús, que nos ayude a preparar el camino.

Dios te salve María...


MARTES, 2 de diciembre. ÉL ES LA LLAVE, PRÍNCIPE DE LA PAZ

 Enciende tu Esperanza en Adviento


¡Buenos días a todos!

Como ya dijimos ayer, estamos en el tiempo de Adviento, un tiempo de espera, pero no una espera aburrida, sino una espera llena de esperanza porque sabemos que Alguien importante está por llegar.

Pensad por un momento en tu día, en la semana que tienes por delante o en las cosas que te preocupan: exámenes, amistades, el futuro... ¿Dónde necesitas un poco de luz o de motivación?

La Esperanza no es solo desear que las cosas salgan bien; es la certeza de que Dios está actuando en nuestras vidas, incluso cuando las cosas parecen oscuras.

En Adviento, encendemos velas. Cada llama es un recordatorio de que la oscuridad no es lo único que existe. La primera vela representa precisamente la Esperanza.

Vamos a tomar un momento de silencio para pensar en qué áreas de nuestra vida necesitamos que Jesús encienda Su luz de esperanza hoy.

Ahora, vamos a encender simbólicamente esa esperanza.

En lo Personal: Piensa en algo que te esté costando o desanimando. ¿Qué te gustaría entregarle a Dios para que Él lo llene de Su Esperanza? (Ejemplos: la ansiedad por una situación, el desánimo, la dificultad en una relación, un mal hábito).

En lo Comunitario: Piensa en un lugar o una persona en tu entorno (familia, amigos, el mundo) que necesite un rayo de esperanza. ¿Por quién o por qué quieres pedir esa esperanza hoy?

El Adviento nos invita a ser parte de la espera. La mejor forma de esperar la venida de Jesús es ser más como Él ya hoy.

Hoy, ¿cómo vas a ser un signo de esperanza para alguien? Propón un compromiso pequeño y concreto: (Dejar 30 segundos para pensarlo)

·       Mandar un mensaje de ánimo a alguien que lo necesita.

·       Sonreír a la primera persona que veas triste.

·       Hacer mi tarea con más esfuerzo y alegría.

Terminamos rezando juntos la oración de la Esperanza:

Dios de la Esperanza,

te damos gracias por este nuevo día.

Que la llama de Adviento que encendemos hoy

nos recuerde que Tú vienes a renovar todas las cosas.

Ayúdanos a vivir con la fuerza de tu Espíritu

 para ser una luz de esperanza en nuestro colegio,

en nuestra casa y en el mundo,

hasta que nazcas de nuevo en nuestros corazones.

Amén.