¡Buenos días!
Hemos superado la mitad de semana ultimando los últimos exámenes
antes de concluir el curso. Empieza el calor, las ganas de piscina, de salir a
la calle con los amigos, de descansar… pero aún nos toca esperar un poquito
más. Os animamos a dar el último empujón al curso para que podáis dedicaros a
todos vuestros planes sin más preocupaciones en mente una vez conseguidas las
ansiadas vacaciones. Más vale el sacrificio de unos días que el de todo un
verano entre libros… ¿no os parece? ¡Ánimo!
Durante esta semana hemos hablado de lo importante de
compartir con los demás aquellas vivencias que nos marcan como personas. Ser
testimonio de algo no solo implica vivirlo en primera persona sino también ser
testigo de ello estando en otro plano. Todos hemos sido testigos de situaciones
agradables o desagradables en determinados momentos. Ser testigo no sólo supone
compartir la alegría sino también ser crítico y justo ante determinadas
situaciones sociales, denunciarlas y luchar porque este mundo no sea distinto
para cada persona por el simple hecho de haber nacido en un lugar que nadie ha
elegido por nosotros. Dar testimonio implica tener los ojos bien abiertos para ver
más allá de lo que es tu vida empezando por los que nos rodean.
El siguiente video explica bien que supone dar testimonio en
este contexto…
Ahora has entendido otro modo de dar testimonio. ¿De qué
puedes darlo tú?
(Se comparten las ideas…)
“Pues si uno es rico y ve que su hermano necesita ayuda,
pero no se la da, ¿cómo puede tener amor de Dios en su corazón?
(1 Juan; 3, 17)
pero no se la da, ¿cómo puede tener amor de Dios en su corazón?
(1 Juan; 3, 17)
María, auxiliadora de los cristianos…
Buenos días elaborados por M. Isabel Mota
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