Dos corazones de plata: el brillo de la gratitud





Hoy vamos recordar el origen de la fiesta de la Gratitud. La gratitud está en el centro de la obra salesiana, solo con gratitud, la vida se enriquece y toma conciencia de su infinito valor.

Don Bosco escribe: “La gratitud en los niños es presagio de su feliz porvenir. Un muchacho que tiene sentimientos de gratitud seguramente tiene también las otras virtudes”.


En 1849 se produce el origen de la fiesta de la Gratitud: “Dos jóvenes del oratorio, Carlos Gastini y Félix Revligio tuvieron una idea feliz. Se pusieron de acuerdo para regalar a Don Bosco dos corazones de plata como muestra de gratitud. Tres años antes, Don Bosco había contraído una grave enfermedad pulmonar de la que no se había recuperado del todo, y los chicos querían animarle. Era ya la vigilia de la fiesta de San Juan. La habitación de Don Bosco estaba al lado del dormitorio de los alumnos. Cuando ya todos los muchachos internos dormían, Gastini y Reviglio fueron a llamar a la puerta de la habitación de Don Bosco, que, aunque era muy tarde, estaba todavía en pie. Cuando entraron y le presentaron su regalo, Don Bosco se emocionó mucho ante aquellos dos corazones de plata y ante las cordiales palabras de felicitación de aquellos dos buenos hijos. Por la mañana todos los demás compañeros se enteraron del original obsequio, con un poco de envidia, y propusieron que para el año siguiente habría que organizar una fiesta hermosa para todo el Oratorio.” 

Memorias Biográficas III, 412-413


María Auxiliadora, ruega por nosotros.




Buenos días elaborados por Ricardo Esteban.

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