Viernes 6 de noviembre:

Buenos días

Os dejo el evangelio del domingo y una pequeña reflexión. Espero que paséis un buen fin de semana

Lectura del santo evangelio según san Marcos 12, 38-44

En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo: "¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto de largos rezos. Éstos recibirán una sentencia más rigurosa." Estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. Llamando a los discípulos, les dijo: "Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir."

Palabra del Señor




REFLEXIÓN

Muchas veces tenemos que reconocer que a quien más queremos es a uno mismo. Del amor que nos sobra, lo damos a quienes más queremos, probablemente familia, amigos, compañeros, en ese orden más o menos. Y si acaso nos sobrara algo, lo dedicamos a los “otros”, a los que no conocemos, a los más desfavorecidos, de forma puntual normalmente. Sabemos que estas generalizaciones son injustas, que muchas veces donamos a los demás, a todos, no lo que nos sobra, sino lo que tenemos. Y es curioso, como el amor es lo único que se te devuelve multiplicado cuando lo donas todo. 
Suele parecer que uno ya está dando el 100% y llega cualquier contratiempo, cualquier necesidad, cualquier toque por parte de los demás hay que sacar de donde parecía que no había, tiempo, fuerzas, dinero, cariño, esperanza, amor, fe. Seguro que siempre nos quedarán dos monedas en el bolsillo para ofrecer a los demás.

PARA REZAR


Perdón, Padre, cuando me atenazan las cosas y me aferro a bienes que no me colman...
Perdón, Señor, por sentirme a veces preso del “tener”, de la posesión de aquello que con el tiempo perece, se devalúa y no perdura...
Perdón, por sentirme atropellado por la inercia de nuestro tiempo, empujado por corrientes que no sienten tu Palabra...
Ayúdame, a descubrir lo importante, a llenarme de vida que dar, a dar para llenarme de vida...
Que me mueva la pasión por entregarme, que no me reserve nada, ni para nada...
Padre, que me ilumine tu Mensaje, que me deslumbre el testimonio de aquellos que se dan por entero, sin miedo, sin temor, porque esperan en Ti y Contigo...
Dios mío, que amparado en mi confianza en tu Amor,
Sereno en la Paz de contar Contigo,
que mi camino sea por los demás, hacia los demás...
que mis pasos me lleven a alargar la mano, a despojarme de los pesos de mi vida,
y ligero de lastres, darme, dar lo que soy, que es lo que tengo...

Fuente: www.ciudadredonda.org

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