Miércoles 9 de Marzo - El Mercadillo del Diablo

Buenos días,


¡Ánimo! Ya estamos a mitad de semana. ¡Esto está casi hecho! 


Hoy vamos a reflexionar sobre las tentaciones que tenemos cada uno de nuestros días. Os invito a hacerlo a partir de este breve e interesante relato:
 “Hace un tiempo atrás, Satanás, realizó un pequeño mercadillo en su garaje. Allí estaban, parados en pequeños grupos, todas sus brillantes baratijas. Tenía herramientas que ayudaban a romper y a malograr. También había lentes de aumento para aumentar la propia importancia, y que si mirabas por el otro lado, podías usarlos para disminuir a los demás o incluso a uno mismo. Contra la pared estaba la usual variedad de implementos de jardinería con la garantía de hacer crecer la soberbia: el rastrillo del desprecio, la pala de los celos para cavar un abismo entre uno y el prójimo, las herramientas del chisme y la calumnia, del egoísmo y de la apatía. Todos estos utensilios eran agradables a la vista y venían llenos de promesas y garantías de prosperidad. Los precios, claro está, no eran muy baratos; ¡pero no había de qué preocuparse!, tenía grandes facilidades de pago para todos los clientes. "¡Llévelo a casa, úselo, no se preocupe que lo pagará más tarde!" era la frase favorita del Diablo. 

El visitante notó dos herramientas desconocidas y muy desgastadas de pie en una esquina. Y sin ser ni cercanamente tan atractivas como los otros objetos, le pareció raro que estas dos herramientas tuvieran un precio más alto que las demás. Cuando preguntó por qué era esto, Satanás sólo sonrió y dijo: "Bueno, eso es porque yo las uso muchísimo. Si no tuvieran tan mala apariencia la gente las vería como son realmente." El Diablo señaló las herramientas diciendo: "Mira, esa es la propia inseguridad y la otra es la desesperanza, y estas serán las únicas que funcionarán."


Reflexionamos sobre estas cuestiones:
(Podemos compartir en voz alta)
-          Sé sincero/a. Si hubieras estado en el mercadillo del Diablo, ¿qué te hubiera gustado comprar?
-          ¿Por qué crees que su frase favorita era: “Ya lo pagará más tarde”?
-          ¿Es siempre lo más caro lo mejor o lo que más necesitamos?
-          ¿Usas herramientas de “inseguridad” y “desconfianza”? ¿Por qué?

Terminamos rezando juntos. (Algunos alumnos, voluntariamente, leen en voz alta cada una de estas oraciones de Madre Teresa de Calcuta).  
Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida.
Cuando tenga sed, mándame alguien que necesite bebida.
Cuando tenga frío, mándame alguien que necesite calor.
Cuando tenga un disgusto, preséntame alguien que necesite consuelo.
Cuando mi cruz se haga pesada, haz que comparta la cruz de otro.
Cuando esté pobre, ponme cerca de alguien necesitado.
Cuando me falte tiempo, dame alguien que necesite unos minutos míos.
Cuando sufra una humillación, dame la ocasión de alabar a alguien.
Cuando esté desanimado, mándame alguien a quien tenga que dar ánimo.
Cuando sienta la necesidad de la comprensión de los demás,
mándame alguien que necesite la mía.
Cuando sienta necesidad de que me cuiden,
mándame alguien a quien tenga que cuidar.

Cuando piense en mí mismo, atrae mi atención hacia otra persona”.
Amén.

María, auxiliadora de los cristianos… 

Buenos Dias elaborados por Isabel Mota

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